Carles Puigdemont ha vuelto a asumir la presidencia de Junts, dos años después de haber dejado el cargo en favor de Laura Borràs, quien ha sido destituida de la cúpula de los neoconvergentes tras ser condenada por corrupción. Esto marca un giro significativo en el panorama político catalán, ya que Puigdemont, que había prometido alejarse de la primera línea tras perder las elecciones catalanas del 12 de mayo, ha conseguido recuperar su liderazgo con un impresionante 90% de apoyo de la militancia, a pesar de una preocupante participación del 43%.

En un contundente mensaje al Gobierno español, el líder de Junts declaró: "Dejamos de resistir y pasamos a la ofensiva". Esto indica una clara intención de reactivar la agenda independentista, que muchos habían considerado en un estado de letargo tras el ascenso del PSC a la presidencia de la Generalitat. Puigdemont afirmó que el independentismo no ha sido enterrado, a pesar de las aparentes señales de normalidad que el Estado intenta imponer.

En su discurso, Puigdemont arremetió contra el socialismo, acusando al Govern de Salvador Illa de ser "el más españolista de la historia" y resaltando la necesidad de continuar en la búsqueda de la independencia, la cual considera "irrenunciable". Este renovado impulso por la autodeterminación también se refleja en la nueva ponencia política de Junts, respaldada por un impresionante 99% de la militancia, que recalca la importancia de mantener la presión sobre el Estado y establece que no apoyarán a un Gobierno español que ignore sus compromisos.

Además, Junts ha hecho un último llamado a la unilateralidad como vía para hacer efectivo su derecho a la autodeterminación si las negociaciones con el PSOE no producen resultados tangibles. Esta postura es especialmente relevante ya que el 27 de octubre se conmemora el séptimo aniversario de la declaración unilateral de independencia, un hecho que Puigdemont y su dirección consideran aún válido.

En el ámbito organizativo, Puigdemont ha consolidado un equipo de confianza a su alrededor, donde los opositores a su liderazgo tienen poca influencia. Jordi Turull, quien ha sido reelegido secretario general, se posiciona como su mano derecha, mientras que las vicepresidencias han sido ocupadas por colaboradores cercanos como Míriam Nogueras y Mónica Sales, quienes desempeñan roles clave en el Congreso y el Parlament, respectivamente. Entre los miembros destacados se encuentran Josep Rius y Antoni Castellà, figuras fundamentales en el establecimiento del Govern paralelo desde el exilio.

Este nuevo capítulo en Junts no solo redefine su rumbo, sino que también enciende de nuevo el debate sobre la independencia de Cataluña. La atención del país ahora se centra en qué pasos seguirá Puigdemont y su equipo para llevar a cabo su amenaza de desbordar el statu quo y nuevamente retar al Gobierno central. ¿Estamos ante una nueva era de la lucha por la independencia?