La Unión Europea está tomando medidas urgentes para aumentar la preparación de los hogares ante posibles crisis severas o incluso conflictos bélicos. El principal objetivo es que cada hogar esté capacitado para enfrentar cualquier tipo de emergencia, lo que incluye la implementación de programas educativos específicos que se integren en los currículos escolares. Esta es una de las recomendaciones clave de un informe exhaustivo encargado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que se presentó en Bruselas por el expresidente finlandés Sauli Niinisto.

El informe enfatiza la necesidad de que las familias estén preparadas para sobrevivir durante al menos 72 horas sin acceso a servicios básicos en situaciones de emergencia. "Es crucial cambiar nuestra mentalidad. La preparación para crisis debe ser parte de nuestro enfoque cotidiano, abordando un amplio espectro de amenazas y riesgos", advirtió Von der Leyen, subrayando que asumir la realidad de conflictos armados nunca ha sido más relevante.

La seguridad se ha convertido en un aspecto fundamental de la política europea, especialmente en contexto de la pandemia de coronavirus y la constante amenaza rusa tras la invasión de Ucrania en 2022. La comunidad europea ha sido testigo de varios casos de sabotaje, guerras híbridas y ciberataques. Además, los fenómenos climáticos extremos se están volviendo comunes, lo que aumenta aún más la necesidad de preparación.

Niinisto, en una conferencia de prensa, afirmó que es vital garantizar la seguridad de los europeos y su preparación ante cualquier riesgo, que actualmente es vasto. Propone que la UE destinase al menos el 20% de su presupuesto a la seguridad y la preparación ante crisis, enfatizando la necesidad de crear dos fondos específicos: uno para defensa y otro para protección civil. No obstante, este ambicioso proyecto podría encontrarse con dificultades en las negociaciones sobre el presupuesto plurianual de la UE.

Von der Leyen destacó que los recientes eventos globales, como la pandemia y el retorno de la guerra a Europa, son señales de advertencia. Ha habido fenómenos meteorológicos extremos que afectaron a varios países europeos, como las devastadoras inundaciones en Valencia. La conciencia sobre riesgos climáticos ha aumentado, con el 95% de los ciudadanos europeos reconociendo que están expuestos a múltiples amenazas de desastres naturales, aun así, más de la mitad no se siente adecuadamente preparada para enfrentar tales situaciones.

Por otro lado, Finlandia se presenta como un modelo destacado de preparación ciudadana ante crisis. Este país ha implementado exitosamente un enfoque integral que podría servir de ejemplo para los demás estados de la UE.

El informe también resalta la importancia de establecer estrategias sobre el almacenamiento de suministros esenciales, así como la creación de sistemas que faciliten la toma de decisiones durante situaciones de crisis, evitando que los vetos se conviertan en obstáculos para la acción efectiva. Con tensiones globales en aumento, la necesidad de un enfoque cohesivo y bien planificado nunca ha sido tan urgente. La pregunta es: ¿está Europa realmente lista para el próximo desafío?

En resumen, la preparación frente a emergencias está en el centro de la agenda europea, con un llamado a la acción tanto en el ámbito comunitario como a nivel estatal, para robustecer la resiliencia de la población frente a un futuro incierto.