Con la llegada del otoño, nos enfrentamos a uno de los fenómenos más reconocibles del año: ¡el cambio de hora! Esta alteración, aunque parezca pequeña, puede tener un gran impacto en nuestro bienestar y en la economía. En octubre de 2024, el horario de invierno comenzará el último domingo del mes, cuando los relojes se retrasarán una hora. Este cambio busca maximizar el uso de la luz natural y reducir el consumo energético, pero es importante entender que también puede desencadenar alteraciones en nuestro ritmo circadiano.

Expertos advierten sobre los efectos que este ajuste puede tener en nuestra salud, como la alteración del sueño, aumento del estrés e incluso problemas de concentración. Sin embargo, hay formas de mitigar estos efectos. Adaptar gradualmente nuestros horarios, exponernos a la luz natural por las mañanas y mantener una rutina de sueño consistente puede ser de gran ayuda.

Además, este cambio de hora no solo afecta nuestro bienestar personal, sino que también tiene ramificaciones en la economía. La reducción en el consumo de energía puede beneficiarnos, pero algunos sectores, como el comercio, podrían experimentar cambios en sus horarios y flujos de clientes.

¡Así que prepárate! El cambio de hora puede ser un buen momento para reflexionar sobre nuestros hábitos y hacer los ajustes necesarios para enfrentar el invierno con energía y bienestar.