La tos es uno de los síntomas más comunes de resfriados y gripes, junto a la congestión nasal, el dolor de garganta y la cefalea. Es especialmente habitual durante los meses de otoño e invierno, lo que a menudo hace que no le prestemos la atención que merece. Sin embargo, si experimentamos esta molestia durante más de lo habitual, es necesario consultar a un profesional.

La tos crónica se define como aquella que persiste durante más de ocho semanas y puede ser síntoma de diversas enfermedades respiratorias. A diferencia de la tos ocasionada por un resfriado, que suele durar entre cuatro y seis semanas, la tos crónica requiere un estudio más exhaustivo.

La doctora Astrid Crespo, especialista en Neumología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau en Barcelona, destaca que la tos crónica no ha recibido la atención necesaria, a pesar de que afecta considerablemente la calidad de vida de quienes la padecen. La buena noticia es que, a partir del próximo año, se espera la aparición de gefapixant, el primer medicamento con indicación específica para esta condición. Este fármaco, que se prescribirá exclusivamente por neumólogos, representa un avance significativo en el tratamiento de la tos crónica.

Un estudio reciente ha revelado que la prevalencia de la tos crónica en la población española es del 5,5%. Sin embargo, su diagnóstico no es sencillo, ya que no existe una causa específica identificable. Generalmente, se diagnostica mediante un proceso de exclusión que implica una serie de pruebas médicas realizadas por diferentes especialistas.

Para los pacientes más jóvenes, es crucial descartar posibles alergias, rinitis o asma. En cambio, en personas mayores, es fundamental verificar si la tos está relacionada con el reflujo gastroesofágico o con medicamentos antihipertensivos, como los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECAs), condiciones que son bastante comunes.

Además, el tabaquismo y sus consecuencias, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o la bronquitis crónica, son factores determinantes que pueden contribuir a la tos crónica. La doctora Crespo subraya que una de las causas más frecuentes de esta afección es la patología postinfecciosa, especialmente relevante en el contexto actual de la pandemia de COVID-19. Un porcentaje significativo de pacientes con COVID-19 persistente sigue presentando tos después de ocho semanas, aunque esta tos no es contagiosa.

"La tos tiene un impacto profundo en la calidad de vida del paciente y en su entorno familiar, y muchas veces no somos conscientes de ello", comenta la doctora Crespo. A menudo, se tiende a considerar la tos crónica como un simple síntoma; sin embargo, debería ser vista como una enfermedad en sí misma, lo que requiere un enfoque multidisciplinario para su tratamiento adecuado.

Aunque actualmente no existen medicamentos específicamente diseñados para la tos crónica, se espera que el nuevo fármaco que llegará en 2024 pueda ofrecer una respuesta eficaz, con resultados positivos en más del 75% de los ensayos clínicos.

Es vital establecer criterios claros sobre cuándo referir a un paciente a un especialista y aumentar el interés en esta patología, reconociendo la gran repercusión que tiene en la calidad de vida de quienes la padecen.