La reciente eliminación del líder de Hizbulá marca un nuevo capítulo en la serie de ataques israelíes a los aliados de Irán en la región. Estos ataques, tanto directos como indirectos, evidencian una alarmante inacción por parte del régimen iraní, lo que pone en duda su influencia y capacidad de respuesta en Oriente Medio.

Ali Jamenei, el líder supremo de Irán, ha declarado: "Es obligatorio para todos los musulmanes apoyar al pueblo libanés y al valiente Hizbulá", pero lo cierto es que hasta ahora no ha habido una respuesta significativa. La gran pregunta en el aire es si este régimen pasará de la retórica a la acción, algo que, según Eduardo Saldaña, coeditor de 'El Orden Mundial', parece poco probable en el corto plazo.

Saldaña comenta: "Las declaraciones de apoyo a Hizbulá son más estéticas que efectivas. Si miramos las semanas recientes, es evidente que Irán carece de la capacidad de respuesta contundente que sugiere su retórica, lo que sin duda socava aún más la credibilidad de un régimen ya debilitado por su inacción constante".

Irán no ha respondido con fuerza desde abril, tras el ataque israelí a su consulado en Damasco que resultó en la muerte de altos mandos de la Guardia Revolucionaria. En aquella ocasión, lanzaron 320 drones y misiles hacia territorio israelí, pero la mayoría fueron interceptados, causando daños mínimos.

En julio, el asesinato del líder de Hamas en Teherán por parte de Israel mostró la vulnerabilidad de Irán, generando solo amenazas vacías en lugar de acciones concretas.

Recientemente, Israel ha infligido 1.500 bajas a los milicianos de Hizbulá en un ataque relámpago, eliminando la cúpula de este grupo en menos de una semana. Sin embargo, la verdadera pregunta persiste: ¿habrá algún tipo de venganza por parte de Irán o simplemente continuaremos viendo una pausa en su capacidad de respuesta? La región sigue a la expectativa de si Irán encontrará el valor y la estrategia necesaria para contrarrestar tales ataques, o si quedará atrapado en un ciclo de inacción que podría tener graves consecuencias para su futuro en el tablero geopolítico.