
¿Por qué están los jóvenes alejándose de la democracia?
2025-04-01
Autor: David
Recientes estudios del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) revelan que el 12% de los jóvenes españoles entre 18 y 24 años creen que, en ciertas circunstancias, un gobierno autoritario puede ser más deseable que un sistema democrático. Esta preocupación se ve reflejada también en el Sondeig d'Opinió 2024 del Institut de Ciències Polítiques i Socials (ICPS) de Catalunya, que indica que hasta un 16% de los jóvenes hombres comparte esta visión.
Más alarmante es el informe de la encuesta de valores de Catalunya 2023, donde se señala que muchos jóvenes prefieren un país que les asegure un nivel de vida, aunque no sea completamente democrático. Este fenómeno ha desatado un debate en España que se ha venido observando en otros países: ¿están los jóvenes dando la espalda a la democracia? ¿Es esta una tendencia que debería preocuparnos, y qué la está causando?
Uno de los primeros indicios es la baja participación electoral de los jóvenes. Este fenómeno ha suscitado un intenso debate académico, donde unos argumentan que se trata de una actitud crítica hacia el sistema democrático establecido, mientras que otros sostienen que indica un alejamiento progresivo de la democracia.
Con el tiempo, cada vez parece más evidente que esta apatía podría estar convirtiéndose en una atracción por alternativas no democráticas. Curiosamente, esto se da en un contexto donde los jóvenes tienen el mayor nivel educativo de la historia. Sin embargo, la realidad muestra que la modernización esperada no ha llevado a un fortalecimiento de las democracias como se pensaba. En países como Hungría, Israel, Polonia, India y Estados Unidos, se observan signos inquietantes de retroceso democrático y los jóvenes están liderando esta tendencia.
Un elemento clave en esta situación son las diferencias de género. La tendencia hacia el escepticismo respecto a la democracia es más pronunciada entre los hombres jóvenes que entre las mujeres. Esto se alinea con una creciente división ideológica donde los hombres de la Generación Z se inclinan hacia la derecha o, en algunas ocasiones, hacia la extrema derecha. Esto puede ser una reacción a un sistema político que sienten que no responde a sus necesidades o a los avances del feminismo reciente, atrayéndolos hacia figuras políticas que cuestionan elementos democráticos.
¿Estamos ante un cambio duradero? Es crucial poner estas tendencias en su contexto. La mayoría de los jóvenes siguen siendo firmes defensores de la democracia. Sin embargo, la preocupación radica en si se trata de un fenómeno pasajero que se resolverá con la edad, o si se está consolidando una actitud autoritaria entre esta generación. Esta cuestión es compleja y requiere un análisis cuidadoso, dadas las implicaciones que podría tener para el futuro de nuestra sociedad.
Además, el contexto en el que se encuentran estos jóvenes -marcado por el pesimismo sobre sus perspectivas de progreso social, la creciente desigualdad en el ámbito educativo, el papel de las redes sociales y ejemplos de líderes autoritarios como Donald Trump- parece propicio para que estas tendencias se consoliden. La interacción de estos factores nos deja con una pregunta inquietante: ¿estamos preparando el terreno para un futuro donde las alternativas autoritarias sean cada vez más atractivas para nuestras generaciones futuras?