Finanzas

¿Podrá Trump conseguir un dólar débil mientras impone aranceles?

2025-01-27

Autor: Carmen

El escenario económico de Estados Unidos se ha vuelto inestable con la llegada de Donald Trump a la presidencia. El dólar, que tradicionalmente se considera un refugio seguro en tiempos de incertidumbre, ha mostrado altibajos significativos en su valor en relación a otras monedas. Cuando Trump lanza amenazas de aranceles a países como México y Canadá, el dólar tiende a fortalecerse en el mercado; sin embargo, la omisión de acciones concretas hace que su valor disminuya rápidamente. Esta tensión se ha intensificado en los días previos a su toma de posesión, donde la moneda estadounidense alcanzó picos de 110 puntos antes de caer a sus niveles más bajos en dos semanas justo el día de su investidura.

Los expertos argumentan que la estrategia inflacionista de Trump, que incluye la guerra comercial y la reducción de la mano de obra disponible por sus políticas migratorias, complica aún más la dinámica del dólar. A pesar de su deseo de debilitar la moneda para estimular las exportaciones, la presión inflacionaria generada por sus políticas podría llevar a la Reserva Federal a adoptar medidas que terminen reforzando el dólar en lugar de debilitarlo.

Judith Arnal, investigadora del Instituto Elcano, explica que la combinación de choques de oferta negativos (de comercio e inmigración) junto con el choque de demanda positivo (por las rebajas fiscales) conducirán a un aumento generalizado en la inflación. Esto resulta en una presión al alza para el dólar a medida que la Reserva Federal se ve obligada a ajustar las políticas monetarias, protegiendo en última instancia su poder adquisitivo.

Mientras tanto, Trump ha manifestado su deseo de un dólar más débil, una estrategia que busca restaurar la competitividad del sector manufacturero estadounidense. Sin embargo, este conflicto de intereses entre promover un tipo de cambio bajo y aplicar aranceles agresivos puede ser especialmente problemático. Si las políticas proteccionistas elevan la inflación, deberán tomarse en cuenta las críticas a sus propias políticas económicas, especialmente si el dólar se aprecia aún más.

De seguir adelante con su agenda proteccionista, Trump se enfrenta a un dilema: o modera su enfoque hacia el comercio internacional, o arriesga agravar la inflación y, por ende, la apreciación del dólar. La historia muestra que generalmente se buscan chivos expiatorios cuando la situación económica no sigue el camino previsto, y el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, podría convertirse en el objetivo de las quejas de Trump si no logra cumplir con sus expectativas.

Mientras tanto, las naciones emergentes, con altas deudas en dólares, observan la situación con preocupación. Un dólar más fuerte podría significar un aumento en sus costos de financiamiento, llevándolos a un mayor riesgo de crisis económica.

En resumen, el complicado rompecabezas que enfrenta Trump incluye no solo la necesidad de mantener un dólar competitivo para las exportaciones, sino también lidiar con las consecuencias inflacionarias de sus políticas. La dirección futura del dólar dependerá en gran parte de qué tan serio tome Trump su promesa de aranceles y si realmente está dispuesto a enfrentar la inflación que esas políticas podrían desencadenar.

Estará por ver cómo se desarrollan las próximas semanas en un entorno ya marcado por la incertidumbre económica, donde muchos analistas prevén que el dólar mantendrá su fortaleza a corto plazo, pero podrían surgir señales de un posible debilitamiento si las políticas económicas de la administración Trump no encuentran el equilibrio adecuado.