Ni el Partido Nacionalista Vasco (PNV) ni Junts, el partido de Carles Puigdemont, están actualmente impulsando una coalición que pudiera crear una mayoría alternativa al Gobierno de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados. La reciente coincidencia en un número limitado de votaciones, principalmente fiscales, entre estas formaciones y el Partido Popular (PP), liderado por Alberto Núñez Feijóo, es interpretada como algo estratégico y puntual, reflejando un esfuerzo por reafirmar sus competencias propias. Sin embargo, la relación entre el PNV y el PP se encuentra en uno de sus peores momentos, y el partido jeltzale se limita a mantener la interacción a lo que consideran "protocolario".

La portavoz de Junts, Míriam Nogueras, ha reiterado que su partido "no forma parte de ningún bloque español" y que su único interés radica en Cataluña. Esta posición ha llevado a un distanciamiento palpable entre Junts, el PNV y otros socios de izquierda como EH Bildu y ERC (Esquerra Republicana de Cataluña), con quienes han aumentado sus diferencias en las últimas semanas, especialmente con el debate sobre la reforma fiscal que pretendía implementar el Gobierno de coalición.

Pedro Sánchez, en un balance de final de año, reconoció las disparidades de intereses entre los aliados de su Gobierno, admitiendo que es fundamental mantener contactos tanto con la derecha como con la izquierda para seguir adelante con las iniciativas legislativas. En lo que va de año, se han aprobado 25 leyes y decretos, mientras que otros 31 están en espera de tramitación, reflejando un funcionamiento activo del Parlamento.

A pesar de ello, el PNV ha dejado claro que no ve una alternativa viable al escenario legislativo actual, debido a factores como la creciente polarización impulsada por Vox y el acercamiento del PP a posiciones más extremas. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha enfatizado que es crucial generar confianza entre todos los grupos, considerando que es necesario votar a favor de los presupuestos para garantizar la estabilidad del Gobierno.

La competencia entre Junts y ERC ha crecido, especialmente en el contexto de los últimos comicios en el País Vasco, donde se ha hecho evidente un empeoramiento de las relaciones y una lucha política más intensa. Nogueras ha criticado abiertamente a ERC, acusándoles de no "trabajar" sus votos con la misma efectividad que Junts, lo que ha desencadenado tensiones internas.

En resumen, tanto PNV como Junts se encuentran en una encrucijada complicada, sin perspectivas claras de formar un bloque alternativo, y enfrentándose a un ambiente político cada vez más fracturado. Las negociaciones que se avecinan para los presupuestos del año 2025 podrían ser decisivas para determinar si estos partidos logran mantener su relevancia en un contexto tan hostil.