Pedro Sánchez se refugia en su activa visita a Nueva York durante la Asamblea de la ONU, en medio de los problemas crecientes de su mandato en Madrid.

En un encuentro informal, el célebre director Pedro Almodóvar llamó a Sánchez «Mr. Guapo» y aseguró que hay que exigirle «muchas cosas tanto a nivel político como físico». Este comentario ha generado una ola de reacciones tanto en el mundo del cine como en el ámbito político.

La ausencia de una foto oficial con la actriz Anne Hathaway se convirtió en un tema candente. Durante el evento, Sánchez no logró captar la atención deseada, lo que ha desatado críticas sobre su capacidad para gestionar situaciones diplomáticas. Después de su desplante, el presidente español pareció enfocarse más en fortalecer relaciones culturales que políticas.

Esta visita no solo se trató de disfrutar de la compañía de figuras icónicas, sino que también castigó la imagen de un liderazgo en crisis, con una opinión pública cada vez más crítica respecto a su gestión. Aunque la Asamblea de la ONU ofrece un espacio para el diálogo internacional, muchos se preguntan si Sánchez está utilizando este escaparate para desviar la atención de los problemas internos que enfrenta su gobierno, como la inestabilidad económica y las tensiones políticas en su propio país.

Además, el contexto global actual, donde la política internacional es más relevante que nunca, exige que los líderes mantengan un equilibrio entre sus compromisos exteriores y sus responsabilidades internas.

Sánchez tiene la oportunidad de transformar esta imagen, pero deberá actuar rápidamente para no perder el apoyo de sus ciudadanos.