A pesar de que el proceso sigue su curso sin mayores complicaciones, la ausencia de apoyo de dos destacadas figuras, Emiliano García-Page y Javier Lambán, ha generado inquietud entre los miembros del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). García-Page, presidente de la Junta de Castilla-La Mancha y secretario general del PSOE en su comunidad, y Lambán, líder de los socialistas en Aragón y actual senador, son los únicos líderes territoriales que no han impulsado la candidatura del actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

La situación tiene un contexto interesante: a pesar de que otros líderes, incluidos aquellos que habían manifestado críticas hacia la dirección nacional, han dado su respaldo, como Miguel Ángel Gallardo en Extremadura, García-Page y Lambán han optado por la reserva. Sin embargo, el círculo cercano a García-Page minimiza la importancia de su decisión, argumentando que en ocasiones anteriores tampoco ha respaldado a los secretarios generales del partido.

Mientras tanto, desde Ferraz, sede del PSOE, se enfatiza el amplio apoyo alcanzado por Pedro Sánchez, consolidando así su liderazgo y fortaleciendo la estrategia del partido ante desafíos futuros. Esto ocurre en un contexto donde el partido busca cohesionar su base antes de las próximas elecciones.

En cuanto al sistema de primarias del PSOE, es importante recordar que desde 2014, cuando Sánchez se convirtió en secretario general, todos los militantes tienen derecho a votar en la selección de su líder, siempre que el candidato haya conseguido el número requerido de avales. Este sistema se ha utilizado en dos ocasiones durante la última década, en 2014 y 2017, y ha permitido una dinámica interna más democrática, pero también ha evidenciado divisiones que pueden repercutir en la fortaleza del partido.

De forma previsible, el próximo congreso federal se llevará a cabo en un período crítico para el PSOE, ya que las elecciones generales se avecinan y el clima político es tenso. Las federaciones autonómicas tienen un plazo máximo de noventa días tras el congreso federal para realizar sus elecciones, lo que anima a los líderes territoriales a consolidar apoyos y buscar consensos en sus filas. En lugares como la Comunidad Valenciana, donde ya se han realizado cambios de liderazgo, la situación podría servir como modelo o como advertencia para los demás miembros del partido en el camino hacia el evento crucial de Sevilla.