Ciencia

Pablo Arrabal Haro: El Español Detrás de la Revelación del Universo

2024-10-06

En el año 2020, Pablo Arrabal Haro, un astrofísico español con solo 34 años, hizo las maletas y se trasladó a Estados Unidos en plena pandemia. Su destino: el NOIRLab en Arizona, donde se convertiría en una figura clave en la exploración del cosmos. Desde el lanzamiento del telescopio espacial James Webb (JWST), su carrera ha despegado, revelando secretos del universo antiguo a través de imágenes sin precedentes.

Tras su paso por el NOIRLab, Arrabal Haro se unió hace un mes al Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA. En medio de cajas sin desembalar, nos habla por videoconferencia sobre su nuevo proyecto: estudiar unas 100 galaxias que se formaron en los primeros 500 millones de años del universo.

El impacto del JWST ha superado cualquier expectativa previa. Arrabal destaca: “Nunca he visto un avance tan rápido en el campo. La detección de un número sorprendentemente alto de galaxias muy brillantes en esta etapa temprana es un descubrimiento crucial.” Además, los agujeros negros supermasivos también han resultado ser más comunes de lo que se pensaba en esas épocas lejanas, desafiando la noción de que se necesitarían más tiempo para su formación.

Preguntado sobre la evolución del universo, Arrabal afirma que los primeros momentos parecen ir a 'cámara rápida'. "La evolución de las galaxias ha sido más acelerada de lo pensado, mucho más que el ritmo que siguió después”, menciona, subrayando que las galaxias en esa época estaban compuestas en su mayoría por estrellas jóvenes, lo que incrementa su luminosidad.

Sin embargo, no todo ha sido un camino sin obstáculos. Arrabal se refiere a algunos informes que afirmaron que las observaciones de estas galaxias requerían retrasar la fecha del Big Bang, argumentando que tales afirmaciones eran simplistas y no reflejaban la complejidad de los datos.

El James Webb, como una ventana al pasado, está proporcionando una visión única sobre las etapas más primitivas del universo. "Queremos presenciar el fin de la edad oscura del universo, cuando las primeras estrellas y galaxias empezaron a formarse", dice Arrabal, destacando que el objetivo es observar galaxias a distancias de hasta 290 millones de años después del Big Bang.

La exploración de estas galaxias primitivas, caracterizadas por su escasa metalicidad y polvo estelar, podría ofrecer respuestas a preguntas fundamentales sobre la formación del universo. "Estamos buscando las primeras galaxias, simplemente porque podrían enseñarnos mucho sobre cómo empezó todo", continúa.

Uno de los sueños de Arrabal es encontrar estrellas de población III, las cuales estarían formadas exclusivamente por hidrógeno y helio, sin trazas de elementos más pesados, representando el nacimiento de la química en el universo. Sin embargo, hasta ahora no se han logrado detectar.

Su grupo de investigadores está trabajando en el proyecto CAPERS, que busca confirmar la naturaleza de aproximadamente 100 galaxias candidatas a estar entre las más antiguas, utilizando espectroscopía para obtener una imagen clara de su composición química y distancia.

"La emoción de trabajar en esta línea de investigación es inigualable. Cada imagen obtenida nos acerca un poco más a entender el vasto misterio del universo. Imaginar que estamos explorando el nacimiento de las galaxias es apasionante", concluye Arrabal. No cabe duda de que él y su equipo están a la vanguardia en un momento emocionante de la astrofísica, buscando desentrañar los secretos del cosmos y la historia de nuestro universo.