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Orban provoca en el Parlamento Europeo con su "Hagamos de nuevo grande a Europa" y Metsola clama por moderación

2024-10-09

Autor: Lucia

Viktor Orban ha vuelto a encender la polémica en el Parlamento Europeo este miércoles con un discurso que combinó referencias a la economía con su retórica antimigratoria. Parafraseando a Mario Draghi, Orban destacó los problemas de productividad que enfrenta la Unión Europea, pero rápidamente giró hacia un punto más controversial: la inmigración.

Con un nuevo giro de su eslogan, "Hagamos de nuevo grande a Europa", robó la atención al trasladar su mensaje al estilo del ex presidente estadounidense Donald Trump. Durante su intervención, Orban no dudó en señalar que "el sistema de asilo de la Unión Europea no funciona" y que la inmigración es responsable de un aumento en la violencia de género, la homofobia y el antisemitismo. Estos argumentos fueron empleados para reforzar su insistencia en la creación de centros de detención fuera de la UE, una propuesta que ha hecho repetidamente y que busca implementar durante su presidencia del Consejo Europeo.

"La migración genera una gran carga, especialmente en nuestras fronteras exteriores. Sin centros fuera de nuestras fronteras, no podremos controlar la migración. Una vez que alguien cruza nuestra frontera, se hace casi imposible expulsarlo", argumentó Orban, evidenciando su firme postura contra la inmigración.

No es un camino que emprenda en solitario. Países como Austria, Eslovenia y los Países Bajos comparten la visión antiinmigración de Orban, lo que ha provocado que al término de su discurso, los aplausos en el Parlamento se elevaran, llevando a la presidenta Roberta Metsola a pedir moderación: "Esto no es Eurovisión", insistió, refiriéndose al fervor de los aplausos y gritos. Además, hizo alusión a un grupo de eurodiputados de La Izquierda que empezaron a cantar el himno antifascista "Bella Ciao", mencionando: "esto no es La Casa de Papel".

Dificultades económicas y transición verde

A pesar de comenzar su discurso planteando preocupaciones sobre la economía, esas afirmaciones se vieron opacadas por su polarizadora retórica final. Sin embargo, Orban advirtió sobre la transición verde, argumentando que no debería disminuir aún más la productividad de Europa. "No pensemos que la transición verde por sí sola resolverá nuestros problemas de competitividad", advirtió, destacando el peligro de que la descarbonización destruya empleos, una preocupación que resuena en los pasillos de Bruselas.

Esta fue una de las razones por las que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, eligió a Teresa Ribera como vicepresidenta de Competencia y Transición Verde. La misión de Ribera será garantizar que la descarbonización se desarrolle de tal manera que la economía europea no solo no se rezague frente a países como Estados Unidos y China, sino que, por el contrario, logre reducir la actual brecha económica que se ha ampliado en los últimos años.