¡Zaragoza se convierte en el epicentro de la producción de vehículos eléctricos! La planta ha sido asignada a la plataforma STLA Small, lo que marca un cambio crucial en los planes a futuro de Opel. Según un representante de la empresa, Zaragoza es vital no solo por su capacidad de producción de alta calidad, sino también por su competitividad en costos y flexibilidad operativa. Con más de 40 años produciendo el emblemático Corsa, este recinto se ha consolidado como una pieza clave en su huella industrial.

En lo que respecta a las exigencias de emisiones de 2025, Opel se enfrenta a un reto monumental. El fabricante estima que para el próximo año, necesitarán que alrededor del 24% de los turismos vendidos sean eléctricos, además de un 21% en la categoría de comerciales ligeros. Este año han ampliado su gama con nuevos modelos como el Grandland y el Frontera, que les permitirá competir en segmentos previamente inexplorados en el mercado eléctrico.

Pero, ¿qué medidas tomarán para cumplir con estas normativas? La respuesta de Opel es clara: cumplir con la ley de manera rigurosa y evitar sanciones es su prioridad máxima. Están decididos a planificar minuciosamente su estrategia para lograr los objetivos de emisiones establecidos.

A pesar de las expectativas de convertirse en una marca 100% eléctrica para 2028, la situación actual del mercado ha presentado desafíos. En Europa, la tendencia hacia la electromovilidad es dinámica y, aunque las ventas de vehículos eléctricos han disminuido, hay indicios positivos en países como España, donde la infraestructura de carga ha visto un incremento notable: más de 36,000 estaciones públicas, un 10% más entre el primer y segundo trimestre de este año.

El modelo Frontera, que debería comenzar a venderse en España, ha registrado una buena captación de pedidos y se espera que llegue a los consumidores a principios de 2025. Este entusiasmo es muy necesario, considerando que el precio del kilovatio en España es bastante competitivo. Con solo unos 20 céntimos por kilovatio, la carga del Corsa es sorprendentemente económica.

Por otro lado, la llegada de marcas chinas como Leapmotor a Stellantis ha llevado la industria automotriz a un estado de transformación radical. Mientras tanto, Opel se mantiene fiel a sus valores de calidad de construcción, confort y una sólida red de distribución, lo que les permite destacarse entre las marcas generalistas.

Sobre el tema de posibles aranceles a los coches eléctricos chinos, el portavoz de Opel se posiciona en contra, argumentando que esto no favorece el comercio global. La empresa se enfoca en su crecimiento y en la conformación de un mercado sólido.

Además, se discute el papel del hidrógeno como alternativa a la electromovilidad. Aunque el hidrógeno ofrece ciertas ventajas, especialmente en el transporte de energía verde, todavía no se considera viable para el uso en vehículos de turismo en el futuro cercano, por lo que Opel seguirá centrándose en sus furgonetas.

En resumen, Opel está en un punto de inflexión, trabajando arduamente para asegurar su lugar en la transición hacia un futuro más sostenible en la industria automotriz. Con una estrategia clara y una planta crucial en Zaragoza, están listos para transformar sus operaciones y cumplir con las exigencias del mercado.