'Nosferatu': ¿Te atreverías a visitar Transilvania? Descubre el viaje aterrador de Nicholas Hoult
2024-12-25
Autor: Carlos
En un rincón remoto de los Cárpatos, donde la bruma esconde más que paisajes, se erige la figura de un Conde cuyo hálito apesta a muerte y oscuridad. Mientras algunos le conocen como Drácula, otros se atreven a llamarle Orlok, aunque este último nombre pertenece a la primera gran adaptación cinematográfica de la novela de Bram Stoker: Nosferatu: Una sinfonía del horror (Friedrich Wilhelm Murnau, 1922).
A pesar de los esfuerzos para erradicar su existencia con ajo, crucifijos y agua bendita, el vampiro siempre encuentra una forma de regresar. Así fue en 1979, cuando Werner Herzog resucitó al personaje, encarnado por un inquietante Klaus Kinski. La leyenda se intensificó, especialmente por la presencia de 11,000 ratas blancas en el filme, llevándolos casi al linchamiento por parte de la comunidad local en Delft.
Ahora, más de un siglo después, el aclamado director Robert Eggers ha decidido traerlo de vuelta, esta vez con una visión renovada. Desde temprana edad, Eggers se sintió cautivado por la figura de Orlok, y su amor por el personaje se ha traducido en una ambiciosa producción que promete dar un giro moderno a la historia clásica.
En esta nueva versión, que se estrenará en 2024, Bill Skarsgård asumirá el papel del siniestro Conde, mientras que Lily-Rose Depp interpretará a Ellen, la mujer que se convierte en objeto de su oscuro deseo, y Nicholas Hoult será Thomas, su desafortunado esposo. Hoult defiende la visión de Eggers, quien ha centrado la narración en el arco de Ellen en lugar de solo en el monstruo, lo que proporciona una nueva perspectiva emocional a la trama.
La filmación ha sido un viaje sorprendente para Hoult, quien ha tenido un año lleno de proyectos, rodando también con el icónico Clint Eastwood en Jurado n°2. La contrastante metodología de estos dos directores ha enriquecido su experiencia. Mientras que con Eggers cada detalle cuenta y la repetición es esencial, con Eastwood la fluidez es la norma.
A medida que la película se desarrollaba, Hoult se sumergió en el proceso creativo en localizaciones checas que sirvieron de escenario para esta historia gótica renacida. Rodar en el castillo de Pernštejn, que también fue utilizado en la versión de Herzog, le dejó una sensación de conexión con la historia original.
Durante la producción, también han circulado rumores sobre que Hoult podría haber interpretado a Orlok, algo que nunca desmintió, tal vez aliviado de evitar las seis horas de maquillaje que Skarsgård tuvo que soportar para transformarse en el vampiro. Hoult admira su dedicación y observa que observar el proceso de Skarsgård le ha aportado una nueva perspectiva sobre la actuación.
A pesar de no ser la figura central del horror, el viaje de Hoult ha incluido trabajar con ratas reales en set, potencia que se suma a la autenticidad del horror que Eggers busca transmitir. La misma filosofía fue aplicada al rodaje en celuloide, donde la precisión es más crucial debido a las limitaciones inherentes del formato.
Tuvo su primera experiencia con vampiros en la película Renfield, una comedia de terror en la que compartió pantalla con Nicolas Cage y Willem Dafoe. Interactuar con estos titanes del cine ha dejado una impresión indeleble en Hoult, que revela su admiración y el respeto que les profesa.
Ahora, con Nosferatu en el horizonte, se siente una mezcla de emoción y anticipación mientras espera a ver cómo esta historia atemporal resuena en la audiencia moderna. ¿Podrá la nueva adaptación captar tanto el miedo visceral como la belleza trágica que encapsulan estos personajes? Lo descubrirás en 2024, cuando el terror y la estética se vuelvan a entrelazar en un relato que promete ser tan cautivador como escalofriante.