Hace más de dos décadas, Nevenka Fernández se convirtió en un símbolo de valentía en España al ser la primera mujer en denunciar a un político por acoso sexual. En una situación que cambiaría su vida para siempre, Nevenka, en ese momento concejal del PP en Ponferrada, denunció al alcalde Ismael Álvarez, también del mismo partido. Aunque ganó el juicio en los tribunales, la lucha social que enfrentó fue mucho más dura; en las calles, muchos defendían a Álvarez mientras que ella se encontraba sumida en el desprecio y la vituperación pública, llevándola incluso a abandonar España para protegerse.

La reciente película 'Soy Nevenka' revive este desgarrador capítulo de su vida y brinda un espacio para que relatos como el suyo sean escuchados. Durante una entrevista con la periodista Ana Pastor, Nevenka recuerda el arduo proceso que la llevó a tomar la decisión de hablar: "Tardé mucho tiempo en dar ese paso", confiesa. Tras enfrentar seis meses de baja laboral y una profunda batalla emocional, Nevenka se dio cuenta de que su vida estaba en juego.

"Puede sonar un poco exagerado, pero la situación era tan dramática...", evoca Nevenka con un tono de reflexión. Asegura que su fortaleza fue puesta a prueba, ya que no solo sufrió ataques físicos, sino también un desgaste mental significativo. "Había habido muchos intentos de silenciarme y yo estaba lista para pelear. Era mi vida o nada", subraya con determinación.

Nevenka recuerda su resolución con claridad: "Si tenía que morir, iba a morir de pie, contando lo que había ocurrido". Su historia es ahora un recordatorio poderoso de la importancia de hablar y de no permitir que las voces que intentan silenciarte prevalezcan. La valentía de Nevenka es un faro de esperanza para muchas mujeres en todo el mundo que enfrentan situaciones similares y están buscando la fuerza para alzar su voz.