En esta reveladora entrevista, Nacho Fernández, una insignia del Real Madrid, comparte su lucha interna y su determinación para no rendirse, incluso en los momentos más adversos de su carrera. Desde sus inicios en la cantera, donde empezó a los 10 años, hasta convertirse en capitán del equipo, Nacho ha vivido una travesía llena de desafíos y triunfos. Su capacidad de aguantar la presión de ser un 'hombre de club' y su resiliencia son ejemplos que deberían ser enseñados a las nuevas generaciones de futbolistas.

La historia de Nacho es una auténtica montaña rusa. Recuerda con cariño su etapa bajo la dirección de Toril, donde ascendió con el Castilla a Segunda División, una época que él califica como una de las más gratificantes de su vida. Además, expresa su profundo aprecio por José Mourinho, quien le dio la oportunidad de debutar en Primera División, añadiendo un toque personal al contar cómo se sintió dividido entre jugar como lateral y como central, una anécdota que resalta la complejidad del mundo del fútbol.

Su amor por el Real Madrid es palpable. Nacho se siente privilegiado por haber levantado la Champions League y reconoce que su experiencia en el club lo ha moldeado no solo como jugador, sino como persona. "El club me ha enseñado mucho y me siento orgulloso de representar a esta institución", dice con emoción.

Sin embargo, la carrera de un futbolista no está exenta de frustraciones. Nacho revela que ha tenido momentos de enfado, especialmente cuando no fue titular en partidos clave. Pero su enfoque ha sido siempre convertir ese enojo en motivación, demostrando constantemente su valía en el campo. "Nunca he ido a un vestuario a exigir mi titularidad. He aprendido a motivarme por esas decepciones", señala, reflejando una madurez y profesionalismo admirables.

También comparte la dura realidad de las lesiones. Aunque ha sido un jugador resistente, Nacho admitió que, tras la primera lesión importante en 2018, se dio cuenta de que debía cuidar su cuerpo y escuchar sus límites. Es un recordatorio poderoso de que incluso los jugadores más fuertes tienen debilidades que deben ser atendidas para prolongar sus carreras.

El futuro de Nacho en el fútbol sigue siendo incierto. Aunque aún siente que tiene mucho que ofrecer al Real Madrid, también deja claro que cuando el club lo necesite, estará disponible. Esta dedicación al equipo y la humildad que lo caracteriza son cualidades que lo han convertido en un verdadero ícono para los seguidores del club.

Finalmente, sus reflexiones sobre la relación con los árbitros son notables. Nacho destaca la presión que los árbitros enfrentan y su deseo de ver justicia en el campo. Reconoce que todos pueden cometer errores y que, a pesar de las frustraciones, siempre ha intentado mantener una visión positiva difícil de encontrar en el competitivo mundo del fútbol.

La historia de Nacho es un testimonio de dedicación, lucha y amor por el fútbol, un relato que inspirará a muchas generaciones de futbolistas a seguir adelante, sin importar los obstáculos.