Riccardo Muti, el renombrado director de orquesta, ha dejado una huella imborrable en la historia del Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena. En su más reciente actuación, Muti, a sus 83 años, reafirmó su creencia de que "la música clásica es un patrimonio de todos", una afirmación que resonó con fuerza durante la celebración musical del 2025.

Esta edición del concierto contrastó notablemente con la que tuvo lugar en 2021, que se realizó ante un auditorio vacío debido a la pandemia. Sin embargo, el Maestro Muti logró transformar esa experiencia difícil en una buena oportunidad para redescubrir la conexión emocional con la música. En sus propias palabras, recordó que imaginó la sala llena para mantenerse motivado.

Este año, Muti volvió a brillar a la batuta, llevando a la Filarmónica de Viena a un nuevo nivel de interpretación. Con un programa renovado y más atractivo que en años anteriores, la orquesta presentó una gama de marchas, polcas y valses de la famosa familia Strauss y otros contemporáneos. Entre estos, se destacaron composiciones que Muti había dirigido en sus primeras presentaciones del evento, simbolizando un lazo profundo con la tradición musical.

La velada comenzó de manera electrizante con la "Marcha de la libertad" de Johann Strauss padre, que capturó la lucha por la libertad de las revoluciones de 1848, marcando un sentido de esperanza y república. La interpretación del vals "Golondrinas Rurales de Austria", de Josef Strauss, fue una de las joyas de la noche, iluminada por el virtuoso talento de los clarinetistas de la orquesta.

El programa también incluyó una intrigante película documental, protagonizada por el tataranieto de Strauss, Thomas, haciendo una irónica referencia a su legado musical dentro del contexto de una nave espacial, un guiño divertido al clásico de ciencia ficción. Este toque moderno se complementó con interpretaciones exquisitas de la obra de Johann Strauss, que confirmaron su relevancia perdurable.

En la segunda parte, Muti demostró su maestría con la obertura de "El barón gitano", donde la fusión del estilo húngaro y vienés fue un momento culminante del evento. Las actuaciones de ballet, que acompañaron la música, ofrecieron un deleite visual impresionante, destacando la conexión entre danza y música.

Para sorpresa de muchos, Muti introdujo la primera obra de una compositora en la historia del concierto: el "Vals de Fernando" de Constanza Geiger, una auténtica niña prodigio. Esta decisión marcó un paso importante hacia la inclusión y la diversidad en un evento tradicionalmente dominado por figuras masculinas.

Entre las obras más aclamadas, las polcas "Ana" y "Tritsch Tratsch" ofrecieron un emocionante homenaje y crítica social a la desinformación de la época de Strauss, respectivamente. La noche concluyó con el indescriptible vals "Vino, mujeres y canciones", que, bajo la dirección de Muti, conectó el romanticismo de Mendelssohn con el dramatismo wagneriano, dejando al público en un estado de euforia y anhelo por más.

Así, el Concierto de Año Nuevo 2025 se convierte en un hito no solo por la habilidad del maestro Muti, sino también por la forma en que la Filarmónica de Viena continúa reinventándose y manteniendo viva la esencia de la música clásica para todas las generaciones.