Aún recuerda ese momento extraordinario. A pesar de que ya han pasado tres meses, la victoria de Miguel Molina (1989) con Ferrari en Le Mans sigue fresca en su mente, especialmente por su distinción como el tercer español en lograrlo, junto a leyendas como Fernando Alonso y Marc Gené. "El paseo al podio" es una de esas imágenes que no se borrará jamás de su memoria, un triunfo cargado de la mística que solo puede ofrecer Ferrari.

Ganar vestido de rojo siempre es especial, sin importar si se trata de Fórmula 1 o del Mundial de Resistencia (WEC). La pasión que se vive en Maranello trasciende categorías. Molina menciona que llegó con buen pie a Maranello, tal vez gracias a su nacionalidad española. Con nostalgia, expresa: "Cuando la gente habla de Ferrari se le infla la boca, es como el Madrid o el Barcelona, ¡está en todas partes!".

Recientemente recibió un premio por su éxito, lo que resalta la notoriedad que ha alcanzado. Molina admite que, desde que es campeón, las oportunidades no han dejado de llegar. "Desde aquel fin de semana de la carrera, especialmente el domingo, revivo cada emoción y aún hoy me siento muy agradecido por lo que hemos logrado", dice.

La imagen que más atesora es la de su celebración, conduciendo el coche mientras todos aplaudían a su paso por el pitlane. "Es un momento increíble que jamás olvidaré", comenta emocionado.

Además, menciona la rica historia de Ferrari, recordando que su legado comenzó en Le Mans, donde las primeras victorias cimentaron el camino hacia la dominación en diversas categorías. El año pasado, después de 50 años de ausencia, Ferrari volvió a competir en la categoría reina de la resistencia y logró alzarse con el título.

Para Molina, ser parte de Ferrari conlleva una inmensa responsabilidad y respeto, destacando cómo se siente profundamente ligado a la cultura italiana, aunque no sea italiano. La conexión se siente más intensa por el idioma y la experiencia compartida en el ámbito del karting, donde muchos pilotos, como él, aprenden italiano desde jóvenes.

Cada vez que Molina llega a Maranello, la ciudad y la fábrica lo impactan: "La fábrica forma parte de la ciudad, y eso es algo que me ha dejado huella. Todos allí viven y respiran Ferrari, eso es asombroso".

Curiosamente, los tres españoles que han ganado en Le Mans han sido asociados a Ferrari, lo que para él significa un honor adicional. Reconoce que llevar el nombre de Ferrari es un privilegio que resuena en cualquier lugar del mundo, comparándolo con otras grandes marcas como el FC Barcelona o el Real Madrid.

Sin embargo, Molina también siente que el Campeonato del Mundo de Resistencia (WEC) merece mayor visibilidad y cobertura mediática, ya que las carreras son emocionantes y la competencia es fuerte. "Las últimas dos carreras han sido complicadas, pero seguimos luchando", afirma. "Nos preparamos para conquistar el próximo desafío en Baréin, con la esperanza de demostrar que somos un contendiente formidable. ¡El Mundial está a la vista!".