Mundo

Medjugorje: el enigma de las apariciones de la Virgen que el Vaticano investiga desde hace más de 40 años

2024-09-21

Misterio

La historia de Medjugorje comenzó el 24 de junio de 1981, cuando un grupo de seis jóvenes, de entre 10 y 16 años, afirmaron haber visto a la Virgen en las colinas cercanas a este pequeño pueblo en el sur de Bosnia y Herzegovina, que en ese momento formaba parte de Yugoslavia. Según Paola Giovetti en su libro 'Las apariciones de la Virgen María', el nombre de Medjugorje significa 'entre los montes', lo cual es significativo, ya que el pueblo está situado en una llanura cársica rodeada de montañas y viñedos. En aquel momento, la comunidad estaba compuesta principalmente por musulmanes y cristianos, reflejando la histórica mezcla cultural de la región, que había estado bajo dominio turco antes de la llegada del catolicismo.

Ivanka y Mirjana fueron las primeras en ver a la Virgen, conocida como Gospa en bosnio. Mientras paseaban por el monte Crnica, fueron deslumbradas por una luz que las llevó a ver a una espléndida joven con un niño en brazos. Posteriormente, se les unieron otros tres niños: Milka, Vicka e Iván. La Virgen, según su testimonio, les hizo señales para que se acercaran, pero no habló. Al día siguiente, Ivanka, quien había perdido a su madre dos meses antes, regresó a ver a la Virgen y relató que esta la había consolado y prometido regresar.

Estos jóvenes pronto se convirtieron en figuras clave de este fenómeno, subiendo a la montaña cada día, donde afirmaban que la Virgen se les aparecía y les ofrecía consuelo ante la incredulidad de los demás. La afirmación de la Virgen se les comparó con la famosa frase: 'Bienaventurados los que no ven, y creen.' La incredulidad inicial de la comunidad pronto se desvaneció, y en solo cinco días, cientos de personas se unieron a ellos en la montaña. Incluso el padre Jozo Zovko, el párroco de Medjugorje, que al principio había tenido reservas, comenzó a apoyar públicamente el fenómeno.

En un contexto comunista, la situación generó controversia. La policía detuvo a los jóvenes para someterlos a exámenes psiquiátricos, convencidos de que no estaban locos. Mientras tanto, la noticia se esparció, y llegaron los primeros peregrinos a Medjugorje, intensificando la tensión entre las autoridades eclesiásticas y gubernamentales. Las autoridades temerosas de un levantamiento religioso cercaron la zona de las apariciones y arrestaron al padre Zovko, quien ya estaba convencido de la veracidad de los testimonios de los jóvenes.

El padre Zovko fue acusado de influir en los niños y de amenazar la seguridad del estado. Pasó un año en prisión, enfrentando una serie de adversidades. Mientras tanto, las autoridades prohibieron el acceso al monte de las apariciones. Sin embargo, esto no detuvo a los creyentes, quienes continuaron reportando visiones de la Virgen y afirmaciones de milagros, como curaciones inexplicables.

Controversia

A lo largo de los años, la controversia en torno a Medjugorje se intensificó. En 1982, el obispo Pavao Zanic de Mostar formó una comisión para investigar las apariciones, que fue la primera de varias. En 1984, el fenómeno había crecido tanto que el mismo obispo expresó su preocupación en relación a cómo se había desbordado el fenómeno y la falta de control pastoral. Recordó a los feligreses que ni los videntes ni los operadores pastorales tenían autorización del Vaticano para hablar sobre las apariciones o las curaciones milagrosas.

La ambigüedad se convirtió en la respuesta oficial del Vaticano. A pesar de ello, tras la disolución de la URSS en 1991, la situación fue remitida al Vaticano, que en 1995 emitió recomendaciones para no organizar peregrinaciones a Medjugorje. En 2004, un arzobispo viajó a la región para investigar más. A pesar de la falta de confirmación oficial sobre la realidad de las apariciones, millones de fieles de todo el mundo han visitado Medjugorje en busca de experiencias espirituales significativas.

Hoy en día, los testimonios de los peregrinos son variados. Muchos afirman que, tras visitar el lugar, experimentaron una transformación personal, sintiendo que su vida jamás volvería a ser la misma. No obstante, también se señala una creciente turistificación del lugar, con flujos masivos de visitantes que buscan sentir la mística que envuelve a Medjugorje. La búsqueda de respuestas sobre las apariciones sigue viva y continúa siendo un tema de debate tanto dentro como fuera de las esferas religiosas.