Madrid, este fin de semana, un autobús municipal transitaba por el centro de la ciudad hacia la estación de Atocha. De repente, el conductor frena bruscamente al ver a una joven parada en su carril sobre un patinete eléctrico. Consiguientemente, le grita: '¿Qué estás haciendo? ¡Primero te saltas el semáforo y luego te detienes sin señalizar! ¡Es la mejor manera de que te atropellen!’. Ante ello, la chica, visiblemente confundida, se sube a la acera con su scooter, mientras el conductor continúa su camino, exclamando su frustración con la gente que usa patinetes, especulando que desearía que los quitaran de una vez.

Los patinetes eléctricos se han convertido en un blanco fácil para los problemas de tráfico en Madrid, similar a lo que ocurrió en el pasado con las bicicletas. El 5 de septiembre, el alcalde José Luis Martínez-Almeida anunció la intención del Ayuntamiento de retirar este servicio a partir de octubre, argumentando que la prioridad es la seguridad de los madrileños y que las empresas han incumplido las condiciones impuestas para la seguridad de los peatones.

Esta decisión afectará a 6,000 vehículos operados por las tres empresas concesionarias: Dott, Lime y Tier Mobility. Maxim Romain, presidente y cofundador de Dott, expresó en una entrevista con Infobae España que descubrieron su inminente cierre mediante un tweet oficial del Ayuntamiento, lo que les tomó por sorpresa. Romain resaltó que Dott ha estado operando en Madrid desde que ganó una licitación en 2022, después de invertir varios millones en la ciudad.

Desde el inicio de su operación, han transportado a alrededor de 400,000 usuarios en Madrid, contribuyendo así a la reducción de emisiones contaminantes, afirmando que el servicio no genera ningún costo para la ciudad, ya que ellos son autosostenibles y mantienen a 70 familias empleadas.

El presidente de Dott subrayó: 'Si se confirma que existe la intención de cerrar nuestro servicio, buscaremos la vía legal para impugnar esta decisión, ya que hemos hecho una inversión significante basada en un contrato de tres años que nos otorgaron, y no hay razones válidas para limitar nuestros servicios'.

Dott ha propuesto al Ayuntamiento sentarse a dialogar y abordar los problemas percibidos y posibles mejoras, sugiriendo, por ejemplo, reducir su flota de 6,000 scooters a 4,000 para disminuir la ocupación en las calles. Asimismo, Romain mencionó la importancia de trabajar conjuntamente para mejorar la infraestructura de aparcamiento y realizar una evaluación objetiva del servicio tras un periodo de seis meses.

Los principales problemas que enfrentan incluyen la seguridad, el estacionamiento y el uso. Romain señaló que la cifra de accidentes severos es cero, resaltando que los patinetes compartidos están más controlados que los privados, lo que minimiza los riesgos. Respecto al cumplimiento del estacionamiento, declaró que alrededor del 95% de sus patinetes están bien estacionados. Sin embargo, reconoció que el uso de patinetes en Madrid aún no alcanza los niveles de otras ciudades, y que el miedo por la seguridad de sus usuarios sigue siendo un factor limitante.

Por último, Maxim Romain concluyó que Madrid aún tiene mucho camino por recorrer en términos de infraestructura para ciclistas y usuarios de patinetes, insistiendo en la necesidad de crear más y mejores carriles bici que garanticen la seguridad de quienes optan por medios de transporte más sostenibles, especialmente en las principales avenidas.