Max Verstappen, el campeón del mundo de Fórmula 1, no se guardó nada después de su actuación en el Gran Premio de Azerbaiyán. Las expectativas eran altas tras un inicio prometedor en las sesiones de práctica, pero el rendimiento del Red Bull fue insuficiente, lo que llevó a Verstappen a clasificarse en un decepcionante quinto lugar.

Durante la carrera, Verstappen no estuvo contento con su monoplaza, sufriendo problemas recurrentes con los frenos y la dirección del RB20. A través de la radio del equipo, expresó su frustración con la falta de control: "Mis ruedas literalmente se despegaban del suelo, lo que causaba que se perdiera el contacto con el asfalto". Esta falta de control no solo afectó su manejo, sino que también contribuyó a un desgaste excesivo de los neumáticos.

La situación se complicó aún más cuando, tras un pit stop, Verstappen se encontró luchando detrás de otros pilotos. “Tuve que boxear y luego fue un poco desafortunado quedarme atrapado detrás de Alex y Lando, lo cual perjudicó mi ritmo”, comentó. Este tipo de inconvenientes no solo le costaron tiempo, sino que además lo mantuvieron alejado de la lucha por los primeros lugares.

La carrera se vio marcada por momentos dramáticos, incluida una colisión entre Carlos Sainz y Sergio Pérez en las últimas vueltas, que permitió a Verstappen conseguir un resultado que no reflejaba la realidad del desempeño de su coche. "Pagamos el precio en carrera", fue la conclusión del piloto tras una jornada difícil.

Además, al hablar sobre el rebote que experimentó, agregó: "Estábamos alcanzando a los líderes, pero una vez que me acerqué a George, la falta de aire limpio hizo que perdiera el agarre, lo cual me afectó mucho".

Cabe recordar que esta actuación se produce en un contexto donde Red Bull ha estado dominando gran parte del campeonato, lo que hace aún más sorprendente el nivel de frustración del piloto. ¿Será que Red Bull podrá resolver los problemas técnicos de su monoplaza antes del próximo GP? ¡Las miradas están puestas en el equipo! La próxima cita del calendario promete ser un desafío crucial para Verstappen y su equipo.