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Marruecos y Francia inician una nueva era juntos: La visita de Macron marca el fin de la crisis y el apoyo a la soberanía del Sáhara Occidental

2024-10-31

Autor: Antonio

Después de tres años de tensiones diplomáticas, la visita de Macron a Rabat, acompañado por más de 100 representantes políticos, empresarios y figuras culturales, establece un nuevo capítulo en las relaciones entre Marruecos y Francia. En un discurso ante las dos cámaras marroquíes el 29 de octubre, Macron anunció que ambos países están listos para "escribir un nuevo libro juntos".

En cuanto a la situación del Sáhara Occidental, Macron reafirmó que el "presente y futuro de esta región se inscriben en el marco de la soberanía marroquí". Esta declaración resuena en el contexto de la reciente actualización del mapa de Marruecos en la web del Ministerio de Exteriores de Francia, lo que ha suscitado especulaciones sobre la posible apertura de un consulado francés en El Aiún, capital administrativa del Sáhara Occidental. Además, Macron enfatizó que su postura "no es hostil a nadie", dirigiéndose a Argelia, que alberga al Frente Polisario, opuesto a la soberanía marroquí.

Avances económicos significativos

La primera visita de Macron en seis años también destacó los avances en cooperación económica. Las empresas francesas Alstom y Egis jugarán un papel crucial en la construcción de la segunda fase de la línea de alta velocidad entre Tánger y Marrakech, además de desarrollar otras líneas hacia el sur del país.

Francia también está invirtiendo en el sector de la energía sostenible, con Total Energies enfocándose en el desarrollo de hidrógeno verde y EDF trabajando en proyectos de energía eólica. También se firmó un acuerdo significativo para que Veolia gestione una de las plantas desalinizadoras más grandes de África, mientras que CMA-CGM, la tercera compañía del mundo en transporte de contenedores, se hará cargo de una terminal en el puerto de Nador.

Un nuevo enfoque hacia la inmigración

La inmigración ocupó un lugar central en la agenda de la visita. Macron subrayó la necesidad de una "cooperación natural y fluida" entre ambos países para abordar la inmigración ilegal. Recientemente, el nuevo ministro del Interior francés, Bruno Retailleau, se reunió con su homólogo marroquí, Abdelouafi Laftit, para discutir la repatriación de ciudadanos marroquíes expulsados de Francia. Este tema ha sido sensible, especialmente después de que Francia redujera a la mitad el número de visados para ciudadanos marroquíes entre 2021 y 2022, lo que provocó tensiones diplomáticas.

Cultura y nuevas caras

En el ámbito cultural, la visita se vio marcada por la inauguración del Gran Teatro de Rabat, un evento de gran relevancia. Esta inauguración fue realizada por Brigitte Macron y Lalla Hasna, hermana del rey de Marruecos, en un edificio diseñado por la arquitecta Zaha Hadid con una inversión de 200 millones de euros. Entre los invitados se destacó la presencia de la ministra de Cultura marroquí, Rachida Dati, y la directora de la Unesco, Audrey Azoulay.

Un momento notable fue la aparición de la princesa Lalla Khadija, de 17 años, quien no había sido vista públicamente en un evento oficial desde 2019, despertando gran interés mediático.

Transición más allá de la política

La visita también tuvo un toque personal al contar con la presencia del futbolista Achraf Hakimi, del PSG, como invitado de honor en la cena ofrecida en el Palacio Real de Rabat. Macron mencionó la "pasión compartida" de ambos países por el fútbol y expresó su optimismo sobre el Mundial 2030, que se celebrará en Marruecos, España y Portugal, como una oportunidad para un crecimiento conjunto y un éxito rotundo.

Este encuentro histórico podría ser la clave para un futuro más brillante y cooperativo entre Francia y Marruecos.