Mark Zuckerberg, el CEO de Meta, ha causado revuelo recientemente tras sus declaraciones sobre la "energía masculina" en un podcast con el conocido presentador Joe Rogan. Durante la conversación, Zuckerberg argumentó que existe una distinción entre crear un ambiente empresarial inclusivo y demonizar la masculinidad. "He crecido con tres hermanas y ahora tengo tres hijas. He estado rodeado de mujeres toda mi vida, pero creo que hay aspectos positivos en la energía masculina", afirmó Zuckerberg.

El fundador de Facebook destacó que una cultura que celebre aspectos como la agresión puede tener beneficios. "Ha sido una experiencia positiva para mí relacionarme con mis colegas de una manera más competitiva", mencionó, sugiriendo que estas interacciones han sido valiosas en su vida personal y profesional.

Estas declaraciones coinciden con un cambio notable en la dirección de Meta, que ha comenzado a eliminar políticas de moderación más estrictas y enfoques de diversidad que habían sido implementados en años anteriores. Con la llegada de la nueva administración del presidente Trump, Zuckerberg parece alinearse más con el entorno político actual, lo que lo ha llevado a recibir críticas de varios sectores. Esta situación ha creado un clima de incertidumbre en torno a cómo se gestionarán los contenidos en la plataforma de Facebook.

Además, los cambios estratégicos de Meta no solo buscan adaptarse a un nuevo clima político, sino que también parecen estar informados por presiones financieras y regulatorias. Con posibles multas en Europa y un intento de capitalizar sobre cualquier acción adversa a TikTok en Estados Unidos, Zuckerberg ve un camino para mejorar la rentabilidad de su empresa al reorientar sus políticas de contenido.

"Sentí que la cultura empresarial se había vuelto algo debilitada, y eso lo entendí claramente cuando empecé a practicar artes marciales. Es una experiencia que nunca había tenido y me hizo darme cuenta de lo que faltaba en mi vida", continuó el CEO. Aquí, Zuckerberg establece un paralelo entre sus intereses personales y las tendencias culturales que están surgiendo bajo la administración actual.

Asimismo, Zuckerberg reflexionó sobre su papel en la moderación de contenidos de las redes sociales: "Durante los primeros diez años de Meta, no estaba tan involucrado en las políticas de contenido. Sin embargo, eventos como la elección de Trump, el Brexit y la pandemia me hicieron cuestionar esto".

Con estas declaraciones, Zuckerberg no solo defiende una visión más tradicional de la masculinidad, sino que también plantea preguntas sobre cómo las empresas tecnológicas deben abordar la diversidad y la moderación de contenidos en tiempos de cambio político. ¿Estamos ante el inicio de un nuevo capítulo en la gestión de las redes sociales o simplemente es una estrategia para mantener la relevancia en un mercado cada vez más competido? Lo que es innegable es que estas palabras de Zuckerberg seguirán siendo un tema de discusión en los próximos días.