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Marijaia: Un Adiós Emocionante que Deja Sabor a Regreso en Bilbao

2025-08-24

Autor: Lucia

Bilbao ha vivido una despedida conmovedora y cargada de emociones al despedir a Marijaia, la musa de Aste Nagusia, tras nueve días de fiesta desbordante. Justo antes de que las llamas la consumieran, el pregonero Francis Díez compartió unas emotivas palabras, señalando que "no hay nada mejor" que "morirse" en la villa que siempre la recibe como reina. "Quemar la vida para volver a nacer en tus brazos" resonó en el aire, recordando la vitalidad que nos regala cada agosto.

Francis Díez, el talento de Uribarri, volvió a maravillar al público con su repertorio de canciones de Doctor Deseo, especialmente una en la que evocó a Marijaia desde el balcón del Arriaga. A bordo de una trainera en el río Ibaizabal, entonó versos que describían la esencia de la noche bilbaína: "Ahora que el carmín tiñe el cielo de tu noche y la ría en silencio susurra pecados". Con la emoción a flor de piel, expresó: "Tanto tiempo a tu lado, quisiera marcharme. Sabes que me voy para echarte de menos".

La emotividad continuó con otras canciones, como "Suspira y conspira" y "Corazón de Tango", que sirvieron de homenaje a esta icónica figura que hoy se despedía, cerrando una de las semanas más locas en el Botxo. La interpretación de "Corazón de Tango" fue un broche de oro, mientras el público coreaba "¡Gora Aste Nagusia!" y "¡Gora Bilbotarrok!", llenando el ambiente de alegría y tristeza a la vez.

El día comenzó con Olatz Agirre, quien lanzó su último txupin y agradeció al equipo humano que hizo posible esta celebración, recibiendo a Marijaia con un fuego simbólico que encarnaba el final de un ciclo. Mientras las llamas devoraban a la musa, la multitud aplaudía al ritmo de una emotiva canción compuesta por Shanti Basauri y Julen Gabiria, que sonaba como una banda sonora perfecta para su salida.

El célebre cantante de Doctor Deseo y la comparsera de Txori Barrote cerraron esta etapa, dejando a una multitud desconsolada mientras la figura de Marijaia se desvanecía entre llamas. En las horas previas, Bilbao hirvió con energía, con los hosteleros del Casco Viejo listos para celebrar hasta el último minuto.

Momentos antes de partir, se celebró un Aurresku de honor para el pregonero y txupinera en el muelle de Uribitarte. En una trainera impulsada por valientes remeras y remeros de Deusto, se emprendía el último trayecto hacia Marijaia, que los esperaba cerca del puente de La Merced. El regreso, bajo la melodía de "Txoria txori", marcó un cierre intenso y emotivo para esta celebración que siempre deja ganas de más.