Vila-real.- Marcelino García Toral, el reconocido técnico asturiano nacido en 1965, está disfrutando de un momento dulce en su carrera. Tras regresar al Villarreal, donde antes tuvo que irse en 2016, el equipo se encuentra actualmente en la cuarta posición de la tabla, empatado con el segundo. Este retorno no solo ha traído alegrías deportivas, sino que también le ha permitido estar cerca de su familia en Valencia, donde es considerado un héroe.

En una reciente entrevista, Marcelino reveló su ambición de dirigir a equipos de la talla del Real Madrid, Barcelona o Atlético de Madrid. A pesar de su capacidad y éxitos previos, reconoce que la tendencia de los clubes es optar por entrenadores con una historia de títulos o exjugadores de renombre, como es el caso de Simeone, quien lleva más de 14 años en el Atlético. "Es una realidad del fútbol actual, y aunque me siento capacitado, las decisiones muchas veces escapan de mis manos", expresó.

Durante la conversación, que tuvo lugar en la Ciudad Deportiva José Manuel Llaneza, Marcelino repasó su trayectoria, desde sus comienzos en el fútbol hasta sus roles en distintos equipos. Reveló su deseo de formar a jóvenes talentos y su enfoque en el trabajo en equipo. Planteó que para lograr el éxito, es esencial que todos los miembros asuman sus responsabilidades y colaboren en armonía.

"Siempre he creído en expresar lo que somos, tanto a nivel futbolístico como personal. De esta forma, se establece un entendimiento y una relación más sólida", comentó. Asimismo, reflexionó sobre las dificultades que ha enfrentado a lo largo de su carrera, incluidos momentos de desilusión, como su paso por el Sevilla, pero también se mostró optimista sobre su futuro.

Marcelino también se tomó un momento para hablar sobre el cambio en el fútbol moderno. "No comparo el fútbol actual con el de hace 30 años. La evolución ha sido tremenda, y me alegra ver el talento en la nueva generación de futbolistas", concluyó. Su enfoque en el desarrollo humano y deportivo subraya su visión de crear un ambiente en el que los jugadores puedan crecer y alcanzar su máximo potencial.

Además, se refirió a su relación con el staff técnico y cómo esta ha sido clave en el éxito del Villarreal. Agradeció el apoyo que ha recibido y destacó la importancia de mantener un equipo de trabajo cohesionado en un deporte que, aunque pueda parecer individual, depende en gran medida del esfuerzo colectivo.

Con un carácter apasionado por el deporte, Marcelino mantiene la esperanza de que un día su nombre se escriba junto a los más grandes entrenadores del fútbol. Su camino hasta ahora ha sido un viaje de aprendizaje y crecimiento, y está listo para continuar dando lo mejor de sí en el mundo del fútbol.