Mundo

Mandalay, la 'ciudad de oro' devastada por un terremoto mortal en Myanmar

2025-04-02

Autor: Francisco

Mandalay, conocida anteriormente como la ciudad de oro por sus deslumbrantes pagodas y templos budistas, se ha convertido en una escena de horror tras el devastador terremoto de magnitud 7.7 que la golpeó el pasado viernes. La antigua capital real de Myanmar ahora enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes con más de 2.700 muertos confirmados y la cifra continúa aumentando a medida que los rescatistas evalúan los daños.

Los residentes de la segunda ciudad más poblada de Myanmar han pasado noches sin dormir, asustados y desesperados mientras la escasez de alimentos y agua se agrava. Entre las historias desgarradoras, una estudiante de 23 años, conocida como J., perdió a su tía, cuyo cuerpo fue recuperado de los escombros dos días después del sismo.

La ineficacia de la infraestructura y el contexto de guerra civil que padece el país complican aún más las operaciones de rescate, mientras que el ejército ha sido cuestionado por ocultar la magnitud real de la tragedia.

En las últimas cuatro días, los servicios de emergencia han rescatado a 403 personas y han recuperado 259 cuerpos, aunque se sospecha que el número real de víctimas es mucho mayor. Min Aung Hlaing, jefe militar de Myanmar, indicó que la cifra de muertos podría superar los 3,000, y el Servicio Geológico de los Estados Unidos estima que podría ser más de 10,000, dados los antecedentes del área y la severidad del sismo.

La historia de Mandalay es rica; fue fundada en 1857 por el rey Mindon y se convirtió en la última capital real de Myanmar antes de la anexión británica. A pesar de su prominencia cultural y comercial, la ciudad ha estado en declive, agravado por recientes desastres naturales y la guerra civil.

Los niños han sufrido un trauma inmenso, llorando y angustiados tras ver su mundo desmoronarse. Un padre compartió la experiencia de su hijo, quien quedó aterrorizado al observar cómo su vecindario se desplomaba. Las comunidades locales están muy preocupadas por el futuro, y muchos ahora viven en tiendas de campaña o simplemente en las calles, aterrados por posibles réplicas.

Los crematorios cercanos están sobrecargados, ya que las autoridades luchan por hacer frente a la cantidad de cuerpos. La ciudad, anteriormente un centro de turismo, se enfrenta a una creciente pobreza y caos tras el sismo.

La historia reciente de Myanmar se encuentra plagada de estadísticas alarmantes: 3.5 millones de personas desplazadas y milicianos que continúan hostigando a las comunidades incluso en medio de esta crisis. Mientras tanto, países como Rusia y China han comenzado a enviar asistencia humanitaria, aunque esta ha sido criticada por su lentitud y las complicaciones impuestas por las autoridades militares.

Myanmar ha declarado un luto nacional por las víctimas, con un minuto de silencio y banderas a media asta. La situación actual no solo resalta la devastación por el terremoto, sino también las fatigas históricas por las que ha atravesado el país, que amenaza con llevar a su población a un estado de desesperanza. Las próximas semanas serán cruciales, y el mundo observa con inquietud cómo este pueblo, golpeado por la tragedia, busca reconstruir sus vidas en medio del caos.