Mundo

Lula da Silva: ¿El Nuevo Obstáculo para Maduro y sus Aspiraciones en los BRICS?

2024-10-31

Autor: David

(CNN en Español) – La reciente decisión del Gobierno de Brasil, encabezado por Lula da Silva, de vetar la entrada de Venezuela en los BRICS ha creado un ambiente de tensión entre los dos países, marcando un giro inesperado en las relaciones diplomáticas. Este veto no solo pone en jaque las aspiraciones de Nicolás Maduro de unirse a esta alianza internacional que agrupa a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, sino que también refleja el deterioro de la confianza entre Caracas y Brasilia.

Lula da Silva, quien ha intentado posicionarse como mediador en la crisis política en Venezuela, ahora se encuentra en una encrucijada. Brasil exigió la exclusión de Venezuela de la lista de países que buscan asociarse al bloque, un movimiento que ha dejado a su antiguo aliado, Maduro, en una posición difícil. Mientras el bloque BRICS promueve mayor cooperación global en contraposición al dominio estadounidense, Venezuela ve en su inclusión una oportunidad para acceder a financiamiento y legitimación internacional.

Las tensiones se intensificaron tras las elecciones del 28 de julio, donde Maduro fue proclamado presidente sin la presentación de actas desglosadas, lo que generó críticas tanto internas como externas. La reacción brasileña al respecto, incluyendo solicitudes de evidencia electoral que nunca llegaron, ha elevado las tensiones diplomáticas. La reciente visita de fuerzas de seguridad a la embajada argentina en Caracas, que representa a Brasil desde la expulsión de su personal en 2022, añade más complicaciones al panorama.

Luis Schenoni, politólogo de la University College London, señala que la motivación de Venezuela para unirse a los BRICS es clara: busca crédito financiero y un respaldo que legitime sus elecciones recientes, que han sido cuestionadas a nivel internacional. La estrategia de Maduro parece ser formar parte de un nuevo orden internacional que contrarreste la presión occidental.

La relación entre Venezuela y Brasil ha cambiado drásticamente. Aunque en el pasado fueron aliados, Brasil ha comenzado a adoptar una postura más firme en temas de gobernabilidad y transparencia. La historia reciente muestra un distanciamiento que pudiera cambiar el curso de la política sudamericana.

Las declaraciones de ambos lados han ido y venido, con Maduro hablando de una posible conspiración tras la retirada de Lula de la cumbre en Kazán, debido a un accidente doméstico. Sin embargo, el hecho de que este veto se haya producido refuerza un clima de desconfianza.

Desde el punto de vista económico, la situación es aún más compleja. Maduro ha intentado, sin éxito, fortalecer los lazos con el Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS, liderado por Dilma Rousseff. Esto muestra que los intereses económicos son aún más predominantes en este juego geopolítico. Por otro lado, la disputa territorial de Venezuela sobre el Esequibo, un territorio rico en petróleo, también ha influido en las decisiones brasileñas. La premisa de que la expansión militar venezolana representa una amenaza a la seguridad regional ha llevado a Brasil a tomar medidas defensivas, desplegando tropas en su frontera con Roraima.

A medida que avanza el conflicto diplomático, se vuelve cada vez más evidente que Brasil no reconocerá a Maduro como presidente a partir de enero, cuando se espera que inicie su tercer mandato, ya que el proceso electoral está siendo cuestionado y las actas aún no se han publicado. La situación plantea un escenario incierto para el futuro de las relaciones entre Brasil y Venezuela, dejando a Maduro en una posición de vulnerabilidad con respecto al bloque BRICS y sus propias aspiraciones de legitimidad internacional.