Una Tradición que Crece con el Tiempo

Desde la primera hora de la mañana, el barrio del Cerro del Águila se transforma en un punto de espera y fervor para la llegada de la Virgen de los Dolores. A tan solo cuatro horas de que la hermandad inicie su recorrido, devotos entusiastas ya ocupan estratégicamente sus asientos frente a la parroquia, listos para participar en esta conmovedora celebración.

La Expectación Crece en Cada Esquina

Al caer la mañana, la estampa de los vecinos apostados frente a la Parroquia Nuestra Señora de los Dolores se vuelve habitual. Con sillas y corazones llenos de emoción, esperan desde antes de las 8, admirando el espléndido ambiente que se vive en el barrio. Las coloridas colgaduras de la hermandad adornan el templo, realzando una atmósfera de devoción inigualable.

Una Simbiosis entre la Comunidad y la Virgen

El Cerro del Águila vive una conexión única con su Virgen y su iglesia, la cual alcanza su clímax cada Martes Santo. Durante este día, la cofradía no solo recorre las calles; reúne a cientos de vecinos en una exhibición masiva de amor y fe. Este vínculo es un testimonio del ardor que la comunidad ha mantenido a lo largo de los años.

Horarios y Expectativas de la Salida

Con una salida programada a las 11:40, los habitantes cuentan las horas para ver a la Virgen de los Dolores recorrer su amado barrio, un momento que no solo simboliza devoción, sino también una celebración de la identidad comunitaria. Se espera que la hermandad regrese alrededor de las 2 de la mañana, cerrando así un ciclo de fervor y espiritualidad.

Un Martes Santo para la Historia

Este Martes Santo, al igual que en años anteriores, se promete ser un día memorable para todos los que tienen la suerte de vivir esta experiencia. La fe y la tradición se entrelazan, creando un evento que permanecerá en la memoria colectiva del Cerro del Águila.