La tradición de los discursos navideños del rey en España está a punto de cumplir 50 años, siguiendo el legado de Jorge V del Reino Unido, quien ofreció el primer mensaje transmitido por todo el Imperio británico el 25 de diciembre de 1934. Desde 1975, los reyes Juan Carlos I y Felipe VI han estado conectando con la población a través de estos emblemáticos mensajes.

Cada año, el monarca español transmite su discurso en diferido a las 21:00 horas del 24 de diciembre. Este mensaje es elaborado por la Casa Real y debe ser revisado y aprobado por el Gobierno, un proceso que se estableció tras la adopción de la Constitución en 1979. Esto garantiza que el contenido sea apropiado y esté en sintonía con la realidad social y política del momento.

Los discursos han tenido lugar mayoritariamente en el Palacio de la Zarzuela, pero en un intento por renovar esta tradición, en 2015 Felipe VI se dirigió a los ciudadanos desde el Salón del Trono del Palacio Real de Madrid, un movimiento que simbolizaba la grandeza de España. Este cambio fue significativo, ya que marca la primera vez desde la restauración de la monarquía que el mensaje se grabó en una ubicación distinta a su residencia oficial.

El primer discurso del ahora rey emérito, Juan Carlos I, se pronunció en la Nochebuena de 1975, donde, rodeado de su familia, envió un mensaje optimista a los españoles deseando un 1976 lleno de 'aventuras y felicidad'. Enfatizó el significado del 'mensaje de Cristo, de paz, de unidad y de amor' y abogó por la unidad necesaria para el desarrollo del país, destacando la diversidad como un valor fundamental de la sociedad española.

En cuanto a la audiencia, el discurso más visto del rey Felipe VI fue en 2020, durante el pico de la pandemia, alcanzando 10.760.000 espectadores y una cuota de pantalla del 71,0%. En contraste, el año de menor audiencia fue 2016, con solo 5.822.000 espectadores, lo que representa un 57,6% de cuota de pantalla.

Uno de los discursos más memorables y polémicos se produjo en 2012, a la vez que el rey emérito hacía su famosa declaración 'lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir'. Este mensaje fue uno de los menos vistos en 15 años, pero también marcó un llamado a la unidad en tiempos de crisis económica y a la importancia del respeto a la diversidad y las leyes del país.

El primer discurso de Felipe VI fue un momento de gran expectación, ya que coincidió con el proceso judicial de su hermana, la infanta Cristina, por el caso Nóos. Aunque el rey hizo una declaración firme sobre la lucha contra la corrupción y la necesidad de la honestidad en el servicio público, evitó mencionar de manera directa el escándalo que afectaba a su familia, mostrando así las tensiones que pueden acompañar a su papel como monarca.

En resumen, los discursos navideños del rey no son solo un evento que celebra la festividad, sino que también reflejan la evolución política y social de España, actúan como un termómetro de la situación nacional y, a menudo, se convierten en momentos de gran historia y controversia.