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Los comicios municipales en Brasil: ¿Un golpe para Lula y un desafío para los nuevos alcaldes?

2024-10-07

Autor: Laura

La primera vuelta de las elecciones municipales en Brasil tuvo lugar el domingo, dejando un aire de incertidumbre que se prolongará hasta la segunda vuelta programada para el 27 de octubre. La contienda en São Paulo se dio entre el actual alcalde, Ricardo Nunes del Movimiento Democrático Brasileño (MDB), y Guilherme Boulos del partido Socialismo y Libertad (PSOL), además de Pablo Marçal del Partido Renovador Laborista Brasileño (PRTB), un nuevo actor político en la capital financiera del país. Finalmente, Nunes y Boulos pasarán a la segunda vuelta con 29,48% y 29,07% de los votos respectivamente, mientras que Marçal se quedó cerca con un 28,14%.

En Río de Janeiro, el alcalde Eduardo Paes del Partido Socialdemócrata (PSD) fue reelecto por un cuarto mandato, logrando un impresionante 60,47% de los votos. Su oponente, Alexandre Ramagem, respaldado por el expresidente Jair Bolsonaro del Partido Liberal (PL), obtuvo el 30,81%. Paes expresó: “Esta elección representa lo que el pueblo quiere para Brasil, es hora de dejar atrás la polarización”.

Por otro lado, la familia Bolsonaro sigue teniendo presencia en la política local. Carlos Bolsonaro fue el concejal más votado en Río, mientras que su hermano Jair Renan también destacó en Balneario Camboriú. Sin embargo, el hermano de Jair, Renato Bolsonaro, no logró ser electo en Registro, São Paulo. Una de las sorpresas fue la elección de Fernanda Costa, hija de un conocido narcotraficante, como concejal en Duque de Caxias.

Un punto crítico en estas elecciones fue la significativa pérdida de terreno por parte del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula. El PT apenas ganó 248 municipios, en contraste con los 510 del PL de Bolsonaro, destacando la pérdida en su tradicional bastión del noreste. En Teresina, su candidato Fábio Novo sorpresa perdió contra Silvio Mendes del Partido de los Progresistas (PP). En Bahía, el candidato de Lula fue derrotado por Bruno Reis de Unión Brasil.

Las nuevas administraciones enfrentarán un desafío inmediato: la economía. Justo antes de las elecciones, Moody's, una agencia de calificación de riesgo, mejoró la calificación crediticia de Brasil a BA1, acercándole a un posible 'grado de inversión' y abriendo las puertas a una mayor inversión extranjera. Sin embargo, Moody's advirtió sobre la "credibilidad moderada de la reforma fiscal" y la "carga de la deuda pública" en Brasil.

Expertos brasileños han criticado el veredicto de Moody's, considerándolo apresurado. A pesar de una proyección de crecimiento del PIB del 3% en 2024, el déficit público ya ha superado los 100,000 millones de reales, un asunto delicado que los nuevos gobernantes deberán enfrentar. La inflación también es una preocupación creciente, exacerbada por las recientes catástrofes climáticas que han afectado el suministro de alimentos y energía.

En el contexto de una economía que navega por aguas inciertas, un informe de 2024 del Frente Nacional de Alcaldes revela que el 18% de los ingresos de los municipios provienen de un fondo federal. En ciudades pequeñas, esta dependencia puede llegar al 66%, lo que resalta la fragilidad fiscal de muchos gobiernos locales. Es vital que los nuevos alcaldes implementen políticas efectivas que aumenten la autonomía económica y se adapten a los desafíos que les esperan.

Lo más inquietante es la posibilidad de una crisis económica que recuerde a la recesión que vivió Brasil bajo la presidencia de Dilma Rousseff, lo que significaría un regreso a tiempos difíciles. Los ciudadanos deberán estar atentos a cómo sus nuevos líderes afrontarán estos retos económicos cruciales, mientras un clima político tenso se cierne sobre el país. ¿Serán capaces de superar la adversidad y brindar estabilidad a sus comunidades o enfrentarán una gestión cargada de obstáculos? El futuro de Brasil está en juego y todos los ojos están puestos en estas fiscalidades locales.