Los Ángeles se prepara para un nuevo episodio de devastación al enfrentarse a fuertes vientos cálidos que podrían reavivar los mortales incendios que han arrasado sus colinas y suburbios, causando al menos 25 muertes y enormes daños materiales.

Una semana después de que las llamas se desataran sin control, se pronostican vientos de Santa Ana, que se consideran «particularmente peligrosos» para la región. Se espera que las ráfagas alcancen hasta 110 km/h, lo que obligará a los residentes a estar en alerta máxima.

El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) ha emitido un claro aviso: «¡Esté atento a su entorno y listo para evacuar!» En medio de la catástrofe, las autoridades han declarado que se encuentran preparadas, con la jefa de bomberos de Los Ángeles, Kristin Crowley, asegurando que hay equipos listos y posicionados estratégicamente para actuar ante cualquier eventualidad.

Las llamas han consumido hasta ahora alrededor de 9.700 hectáreas en las lujosas áreas de Pacific Palisades y 5.700 hectáreas adicionales en Altadena. Este año, los vientos de Santa Ana han alcanzado niveles de intensidad no vistos desde 2011, con rachas asombrosas de hasta 160 km/h, lo que ha alarmado a las autoridades locales y estatales.

Más de 90.000 evacuados enfrentan la angustia de no saber el futuro de sus hogares. «Mi casa ha desaparecido, lo sé. Solo resta la chimenea. Pero necesito verlo con mis propios ojos», compartió con desesperación Fred Busche. No obstante, también han surgido historias de valentía, como la de Jeff Ridgway, un administrador de complejo que luchó contra las llamas con baldes de agua. «Fue una guerra. No iba a dejarme vencer», afirmó.

Los equipos de búsqueda, con perros adiestrados, siguen recorriendo los escombros en busca de víctimas, y el sheriff del condado, Robert Luna, advierte que el hallazgo de restos humanos es diario. El costo de la tragedia ha sido estimado entre 250.000 y 275.000 millones de dólares, lo que la convierte en una de las más costosas de la historia de Estados Unidos. La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, destaca la devastación: «La destrucción es inimaginable».

Además, se reportó un nuevo incendio en Oxnard, a solo 80 km de distancia, con miles de bomberos en la línea del frente. Mientras tanto, se lleva a cabo una investigación federal sobre las causas de estos incendios, aunque puede llevar tiempo establecer conclusiones.

Sin embargo, en medio de la crisis, surgieron destellos de esperanza. El equipo de fútbol americano de los Rams de Los Ángeles logró clasificarse para los playoffs venciendo a los Vikingos de Minnesota, y adolescentes y adultos se unieron como voluntarios para ayudar a los evacuados, distribuyendo suministros esenciales.

Los gigantes del entretenimiento, incluidos gigantes como Netflix, Disney y Amazon, han hecho anuncios de donaciones significativas para la reconstrucción de las áreas afectadas. La comunidad ha demostrado solidaridad en estos momentos difíciles, pero la lucha por la supervivencia de Los Ángeles y sus habitantes está lejos de haber terminado.