Loida Zabala: La paratleta que desafía a la muerte en busca de un sueño olímpico
2024-12-27
Autor: Carmen
Loida Zabala, una inspiración para muchos, demuestra que la fuerza de voluntad puede vencer incluso los desafíos más desalentadores. Diagnosticada de cáncer de pulmón en octubre de 2023, sabe que la estadística no está a su favor; con una esperanza de vida de solo cuatro años para su condición, su meta es clara: "No debería vivir hasta los Juegos Paralímpicos de Los Ángeles 2028, pero estoy motivada y creo que puedo llegar".
Con una vida llena de desafíos, desde los 11 años, cuando fue diagnosticada con mielitis transversa que le impidió caminar, su historia es un reflejo de coraje y dedicación al deporte. A pesar de ser una paratleta de élite, lo que enfrentó en los últimos meses ha puesto a prueba su fortaleza personal como nunca antes.
Recientemente, publicó en redes sociales que la lesiones en su cerebro han aumentado casi al triple de su tamaño. "Tuve ataques epilépticos y perdí parte de mí. La lesión ha pasado de 8x9 milímetros a 22x25 milímetros", explica Loida, quien a pesar del dolor y la incertidumbre, sigue entrenando y soñando.
Con la llegada de la Navidad, Loida asegura que su estado de ánimo ha fluctuado, pero su deseo de retomar su rutina de entrenamientos permanece inquebrantable. "Desde muy joven, el deporte ha sido mi vida. Sin él, no sé cómo sería", comparte.
El rumbo de su vida cambió drásticamente en octubre de 2023, cuando durante su trabajo en el 012 de la Comunidad de Madrid empezó a sentir adormecimiento en su brazo. Fue entonces cuando le diagnosticaron cáncer de pulmón en estadio 4. "Tenía nueve tumores cerebrales y pensé que iba a perderlo todo", cuenta. Gracias a un tratamiento urgente, logró recuperarse, pero no sin consecuencias. Aún así, decidió participar en las clasificaciones para París 2024, en un viaje arriesgado que demostraba su inquebrantable determinación.
Además de lidiar con su enfermedad, tuvo que enfrentar el reto de perder once kilos para poder competir. "De 61 a 50 kilos fue lo más difícil que he tenido que hacer. Tuve que arriesgar mi vida al dejar la medicación del cáncer durante 17 días. Pero lo hice y logré clasificar para París", expresa con lágrimas en los ojos, recordando el sacrificio que hizo.
Su madre se preocupaba por su bienestar, mientras que Loida se centraba en la competencia en París, un sueño que finalmente se materializó, siendo uno de los momentos más emotivos de su carrera. Sin embargo, su camino hacia los Juegos de Londres 2012 también estuvo marcado por el desafío de superar una relación abusiva, lo que la llevó a buscar fuerza y resiliencia en el deporte.
Hoy, cuando habla sobre la muerte, lo hace con calma y aceptación. "Entiendo que tengo un tiempo limitado, pero intento aprovechar cada momento", comparte. Su familia, no obstante, tiene más dificultad para lidiar con esta realidad. "Para ellos es más complicado aceptar lo que podría pasar", añade.
Loida reflexiona sobre su vida con una visión positiva: "No sería la misma persona sin los obstáculos que he enfrentado. He aprendido a valorar la libertad y el presente". Con planes en el horizonte, como revalidar su campeonato de Europa en 2026 y seguir luchando por Los Ángeles 2028, Zabala sigue siendo un símbolo de esperanza y una celebración constante de la vida.