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Las Sorprendentes Creencias Medievales: ¿Jugar al Tres en Raya para Protegerse de las Alas de la Muerte?

2024-11-07

Autor: Marta

En la Edad Media, las iglesias románicas no solo eran depósitos de fe, sino también lugares donde la creatividad y la superstición se entrelazaban. Durante la construcción de templos, los canteros aprovechaban sus momentos de descanso para jugar al tres en raya o al molino. Utilizaban como tablero los sillares de piedra, sobre los que tallaban las líneas de estos antiguos juegos, que posteriormente adornarían las iglesias. Al explorar diversos edificios románicos, estos tableros se han convertido en un enigma histórico que ha capturado la atención de investigadores y curiosos por igual.

Recientemente, el estudio del investigador Josemi Lorenzo Arribas ha puesto en tela de juicio la interpretación común de que estos tableros eran meramente recreativos. En lugar de ser simples pasatiempos, su estrategia de posicionamiento revela una posible función simbólica: proteger a los fieles de enfermedades y calamidades. Este hallazgo se extiende a varias iglesias en Zamora, Valladolid y Soria, donde los tableros se encuentran ubicados en portadas, ventanas e incluso en áreas monitoreadas como los accesos a recintos amurallados.

Lorenzo Arribas argumenta que la ubicación de estos juegos en lugares elevados y sagrados sugiere que tenían un propósito protector, similar al de las reliquias. Su análisis desafía la noción tradicional de que los canteros, al tallar estos juegos, solo buscaban entretenimiento. Según él, pensar que utilizarían piedras valiosas para jugar es ilógico, ya que para ello podían haber hecho un sencillo tablero en la tierra con un simple palo.

El investigador también compara estos tableros con los atrapasueños, que en la actualidad se colocan en habitaciones para alejar las pesadillas. Este aspecto de simbolismo y protección resuena con las creencias de la época medieval, donde los espectadores consideraban que ciertos elementos arquitectónicos podían ser amuletos contra el mal. Sin embargo, a diferencia de los atrapasueños, los tableros de tres en raya no estaban diseñados para ser visibles; su eficacia dependía de su ubicación estratégica en las iglesias.

La investigación posterior muestra que el uso de juegos de mesa como símbolo de protección data de hace siglos. Los alquerques, mencionados en textos históricos, se cree que se integraron a la vida cotidiana europea debido a la influencia islámica. En el siglo IX, estos juegos fueron reintroducidos y, aunque sus significados se han debatido, persiste la idea de que portaban un valor simbólico ligado a la protección divina. Además, la antigüedad de diferentes tipos de alquerques, incluyendo el de doce, resalta la evolución de estos juegos en el contexto histórico, ya que su aparición contemporánea se remonta a documentos del siglo XIII.

Los arqueólogos han hallado ejemplos antiguos de alquerques en la península ibérica, que algunos creen pueden haber sido utilizados por los primeros cristianos que llegaron a las ruinas de las culturas andalusíes. Por ende, aunque el debate sobre su uso y significado continúa, lo que es innegable es que aquellos juegos de mesa tallados en las piedras de las iglesias románicas ocultaban un legado de creencias que habla de una época donde la fe y la superstición ofrecían un refugio contra las adversidades de la vida medieval.