Finanzas

¿Las entidades bancarias elevarán sus objetivos de capital? La nueva normativa sobre el colchón anticíclico genera incertidumbre

2025-01-17

Autor: David

Las entidades bancarias en España se encuentran en medio de un intenso debate sobre cómo abordar la nueva obligación promulgada por el Banco de España, que a partir de 2025, requiere la constitución de un colchón anticíclico. Este mecanismo tiene como objetivo permitir que los bancos absorban futuros choques macroeconómicos. El dilema central radica en decidir si deben elevar sus objetivos de capital para cumplir con esta nueva normatividad, o si, por el contrario, pueden utilizar el exceso de capital del que ya disponen.

En 2022, bajo el mando del entonces gobernador, Pablo Hernández de Cos, el Banco de España decidió activar por primera vez este colchón anticíclico. La idea es que las entidades aprovechen sus históricos registros de ganancias para aumentar sus reservas y estar mejor preparadas ante eventualidades económicas. Así, se les ha exigido constituir un 0,5% en 2025 y otro 0,5% en 2026, lo que equivale a unos 7.000 millones de euros en total. Tras estos ejercicios, el Banco revisará si la situación económica justifica mantener este mecanismo o, por el contrario, suspenderlo.

Las instituciones financieras ahora se encuentran ante la difícil tarea de decidir cómo reflejar esta obligación en sus cuentas. Hay dos opciones viables: una es ajustar al alza sus objetivos de capital en ese 0,5% que establece el Banco de España, y la otra es emplear el exceso de capital acumulado que poseen. Este exceso no solo supera los requisitos establecidos por el Banco Central Europeo (BCE), sino que muchas entidades también establecen objetivos más altos para lograr una mejor imagen ante los mercados.

Según datos recientes de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), los bancos españoles presentan una ratio CET 1 fully loaded promedio del 12,76%, un porcentaje inferior a la media de la UE que se sitúa en 16,06%. Esto coloca a los bancos en España en una posición desfavorable en comparación con entidades de otros países europeos. Sin embargo, a pesar de esta situación, 23 países europeos ya han activado mecanismos similares con requisitos que varían entre el 0,5% y el 2,5%.

Desde el ámbito financiero, se estima que en Europa, un 70% de las entidades que han activado estos mecanismos optaron por aumentar su capital, mientras que el 30% recurrió al exceso de capital existente. No obstante, la respuesta de los bancos españoles a esta nueva regulación no es unánime. La creación del colchón anticíclico ha generado controversia, ya que muchos consideran que la regulación en Europa es excesiva, lo que dificulta su competitividad frente a bancos norteamericanos y asiáticos. Se teme que esto amplíe aún más la brecha en términos de capitalización entre entidades europeas y estadounidenses, que dominan el mercado.

Además, hay dudas sobre la efectividad real del colchón en situaciones de crisis. Las entidades argumentan que utilizar estos fondos podría crear un estigma negativo, haciendo que ningún banco se atreva a admitir problemas financieros y recurrir a estas reservas. La preocupación radica en que el mercado podría reaccionar de manera adversa, presionando a la institución que use este colchón, lo que podría resultar en un impacto contraproducente.

Un banco que ya ha mostrado su plan es CaixaBank, el cual ha decidido seguir una estrategia intermedia. En su reciente presentación de plan estratégico, anunció su intención de aumentar en un 0,25% su objetivo de capital para 2025, hasta llegar al 12,25%, y un ajuste similar para 2026, logrando así un 12,5%. Esto implica que la mitad de la constitución del colchón anticíclico se cargará al excedente de capital, lo que se presenta como una solución factible ante la nueva normativa.

Mientras tanto, el Banco Santander reporta un exceso de capital de medio punto, con una ratio CET 1 fully loaded del 12,5%, mientras que BBVA tiene un 12,84%. En el caso de Sabadell, la cifra asciende al 13,8%, y Bankinter se sitúa en un 12,6%. La decisión final sobre cómo implementar este colchón y si se aumentará, suspenderá o modificará en el futuro será crucial y dependerá de cómo evolucione el entorno macroeconómico en los próximos años.

El Banco de España monitoriza varios indicadores económicos y financieros para decidir la activación de este colchón, incluida la evolución del crédito en relación al PIB, tasas de desempleo y otros aspectos del sector bancario. Se prevé que esta cuestión se debata intensamente en el próximo año, a medida que los bancos se preparen ante este nuevo desafío legislativo.