El mundo entero tiene los ojos puestos en Estados Unidos, a la espera de la decisión de los votantes sobre quién será su próximo presidente. Esta incertidumbre política se traduce en un aumento de la preocupación sobre el impacto que tendrá en las divisas emergentes. Actualmente, la volatilidad del peso mexicano ha alcanzado niveles altos, similitudes que evocan la agitación del mercado antes del referéndum del Brexit. Los costos para los inversores que buscan protegerse contra posibles caídas de la divisa son exorbitantes, recordando las tensiones vividas hace unos años.

Activos como el bitcoin y sectores relacionados con empresas como Tesla o las prisiones privadas están reaccionando a las encuestas, pero en una dirección opuesta. Este lunes, el dólar se debilitó frente a la mayoría de las monedas emergentes, ya que encuestas recientes aumentaron la probabilidad de que Kamala Harris llegue a la Casa Blanca. Sin embargo, el panorama económico de los últimos meses revela que los inversores están anticipando un potencial riesgo si Donald Trump gana, pues tanto el peso mexicano como el real brasileño han perdido más del 15% de su valor frente al dólar en el último año, y han registrado caídas cercanas al 5% en el último mes.

México se ha beneficiado recientemente de las disrupciones en las cadenas de suministro global y de las tensiones comerciales entre EE.UU. y China, posicionándose como una alternativa comercial más cercana y segura. Sin embargo, el temor a un regreso de Trump a la Casa Blanca provoca inquietud. Este candidato ha amenazado con imponer nuevos aranceles que podrían afectar dramáticamente a la economía mexicana, acrecentando la debilidad del peso, que ahora se intercambia a más de 20 por dólar, algo que no se veía desde hace dos años.

Las declaraciones incendiarias de Trump, como la que realizó en un mitin en Carolina del Norte donde prometió aplicar un arancel del 25% a productos mexicanos si no se controlan las entradas de drogas y criminales, no ayudan a calmar los nervios del mercado. Con la posibilidad de su reelección pendiendo sobre la economía, Nenad Dinic, analista de Julius Baer, advierte que las elecciones presentan un riesgo clave para los activos mexicanos.

El economista de J. Safra Sarasin, Mali Chivakul, destaca que México, después de China, es el país más expuesto a las tarifas comerciales del 10% que Trump podría implementar, amenazando no solo su economía sino también la estabilidad política en la región. La política migratoria del republicano haría que México tenga que aceptar a solicitantes de asilo, aumentando la presión sobre un país que ya enfrenta desafíos económicos.

En Brasil, el banco central tiene planeada una reunión de política monetaria en noviembre, en un momento crítico en el que no podrá reaccionar a los resultados electorales ni a las posibles decisiones de la Reserva Federal. La depreciación del real también amenaza con aumentar los precios de las importaciones estadounidenses, lo que podría afectar gravemente a la inflación, que ya supera el 4%.

Mientras tanto, el peso argentino ha sido la moneda emergente más golpeada, con una devaluación del 18% anual, aumentando así el costo de su deuda. En cambio, el peso colombiano ha sido el que más ha caído en las últimas semanas, con un retroceso de más del 6%. La situación es crítica para las economías de América Latina, que permanecen a merced de la inestabilidad política y económica en los Estados Unidos. ¿Sobrevivirán estas divisas a la tormenta que se avecina?