Las coaliciones de Unidas Podemos: ¿Sobrevivirán a la crisis de la izquierda?
2024-12-30
Autor: Lucia
El 16 de agosto de 2023 marcó un punto de inflexión para Unidas Podemos, cuando Yolanda Díaz convocó por primera vez a los diputados de Sumar en el Congreso, justo un día antes de la constitución de las Cortes. Sin embargo, Ione Belarra, la líder de Podemos, no asistió a esta importante cita, un hecho que muchos interpretaron como un mal presagio para el futuro de la coalición. A pesar de las predicciones sombrías sobre la reacción en cadena que podría desencadenarse en territorios, un año después, la unidad de las fuerzas de izquierdas persiste en 24 capitales de provincia y en siete comunidades autónomas donde la candidatura conjunta de Podemos e IU logró representación en las últimas elecciones.
Este fenómeno puede aducirse a un sentido de responsabilidad compartida y a la necesidad imperiosa de supervivencia en un entorno político adverso. Ana Salazar, politóloga andaluza, sostiene que una coalición que surge únicamente de la necesidad tiene pocas posibilidades de éxito. Desde la comunidad de Andalucía, ha observado un mejor entendimiento entre los partidos que conforman el grupo Por Andalucía, lo que ha llevado a que se plantee la posibilidad de reeditar el acuerdo electoral para las elecciones de 2026.
La reciente elección de Raquel Martínez como coordinadora autonómica de Podemos se ha visto como un paso positivo hacia la consolidación de la unidad. Con el trabajo en marcha y a pesar de que quedan año y medio para las próximas elecciones, las voces dentro de IU, como la del PCA, han comenzado a lanzar propuestas para presentarse nuevamente juntos.
Sin embargo, las elecciones autonómicas de mayo de 2023 revelaron un severo retroceso para Unidas Podemos, que perdió cinco de los seis gobiernos que compartía. A pesar de esto, las coaliciones en Navarra, La Rioja, Baleares, Murcia y Extremadura lograron mantenerse unidas. Más aún, Castilla y León también será uno de los territorios que abrirá las urnas pronto.
A nivel municipal, la crisis de representación se ha profundizado. La coalición no pudo acceder a los ayuntamientos de Madrid y Valencia, y las últimas elecciones dejaron a Podemos sin una sola alcaldía, una pérdida significativa para la imagen del partido. La situación es crítica: de las 52 capitales de provincia, solo lograron concejales en 24, lo que refleja una alarmante disminución de la influencia local de las fuerzas de izquierda.
A pesar de estos desafíos, hay ejemplos de trabajo cohesionado en comunidades como Extremadura. En esta región, las colas se han mantenido efectivas, y su portavoz, Irene de Miguel, enfatiza que la clave del éxito ha sido operar no como una mera coalición electoral, sino como un grupo solidario y cohesionado. Este modelo de trabajo podría ofrecer enseñanzas valiosas para el futuro. La pregunta que queda en el aire es: ¿qué estrategias deben seguir estas fuerzas para no solo sobrevivir, sino también prosperar en el polarizado paisaje político español? Solo el tiempo lo dirá, pero la necesidad de cohesión y colaboración nunca ha sido más urgente.