Las vísperas navideñas han llegado y las Casas Reales europeas se visten de gala para celebrar las festividades más esperadas del año. En España, la cena de Nochebuena se perfila como el acontecimiento más íntimo, donde Doña Letizia ha diseñado un menú exquisito: pavo relleno de verduras, tostadas de salmón ahumado, pudin de marisco, jamón ibérico, foie y, para cerrar la velada, un helado de café y sopa de almendras. Este año, la reunión cuenta con la presencia de Paloma Rocasolano, madre de la reina, y su pareja Markus Tokuaboh, así como de Doña Sofía e Irene de Grecia. La tradición de abrir regalos después del discurso del Rey por televisión continúa vigente, añadiendo un toque especial a la noche familiar.

En el Reino Unido, el Rey Carlos III ha roto récords al convocar a más de 46 invitados a su cena en Sandringham. Sin embargo, la ausencia de los Sussex en California crea un marcado contraste en las celebraciones. La familia real británica, con una rica herencia alemana, entrega sus regalos a la hora del té el 24 de diciembre y asiste a la misa en Santa María Magdalena antes de disfrutar de un opulento almuerzo de seis platos. Como es tradición, los juegos de mesa y un bingo le dan un toque alegre a la festividad.

En Suecia, las cosas no son tan optimistas. La Casa Real atraviesa una crisis financiera grave, obligándola a solicitar un préstamo de 600,000 euros. A pesar de la austeridad, el árbol de Navidad llegó a Drottningholm el 16 de diciembre, marcando el inicio de las festividades. Las actividades incluyen un concierto privado y la lectura del Evangelio, culminando con la esperada visita de Papá Noel en trineo, una delicia para los más pequeños.

Mientras tanto, en Noruega, los Reyes Sonia y Harald V enfrentan un año complicado. La ausencia de Marius, hijo de la Princesa Mette-Marit, que enfrenta serias acusaciones, ha ensombrecido las celebraciones navideñas. Aunque la familia siempre suele celebrar Nochebuena por separado para evitar tensiones, la tradición de cantar villancicos y disfrutar de un menú que incluye cerdo asado y pudin de arroz se mantiene.

Las festividades navideñas también han cobrado vida en Mónaco, donde el Príncipe Alberto II inició las celebraciones con el encendido del alumbrado en la Plaza del Casino el 2 de diciembre, acompañado por su esposa Charlene y sus hijos, Jacques y Gabriella. Este año, el mensaje de Navidad de la familia real se enfoca en la unión y el amor familiar, con un ambiente íntimo y discreto en el Palacio Grimaldi.

¡Así que no te pierdas las sorpresas que estas Casas Reales nos tienen preparadas en estas festividades! ¿Quién sorprenderá con un regalo inesperado? ¿Qué tradiciones cambiarán este año? ¡Mantente atento!