En una jugada estratégica, el FC Barcelona y su presidente, Joan Laporta, están trabajando a toda máquina para concretar la inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor en la plantilla a partir del 1 de enero. Este movimiento permitiría también al club realizar nuevas contrataciones bajo la regla del 1:1, crucial para su futuro deportivo.

Uno de los principales pilares de esta maniobra financiera radica en la venta de la gestión y explotación de los nuevos palcos VIP del emblemático Camp Nou. Según fuentes cercanas, el Barcelona habría llegado a un acuerdo con varias empresas árabes que les permitiría obtener cerca de cien millones de euros. Este ingreso es vital, pero debe cumplirse con el pago acordado para que LaLiga lo considere válido.

Sin embargo, esta no es la única medida desesperada a la que se aferra el club. Mientras negocian la venta de estos palcos, el Barcelona ha presentado una demanda ante un Juzgado de Primera Instancia solicitando medidas cautelares contra la negativa de LaLiga para inscribir a Olmo y Pau Víctor. Aunque recientemente el juzgado de lo Mercantil emitió una resolución desfavorable, el club mantiene la esperanza gracias a estos dos frentes abiertos.

El director deportivo del Barcelona, Deco, ha manifestado que, a pesar de la situación legal, el club se siente optimista y está preparado para lo que venga. Con el futuro en juego, las decisiones estratégicas de Laporta podrían marcar la diferencia en el destino del equipo. Los aficionados esperan ansiosos las novedades y pueden estar a punto de ver más sorpresas en la próxima ventana de fichajes.