El ex ciclista estadounidense Lance Armstrong, conocido por sus controversiales siete títulos del Tour de Francia que le fueron despojados por doping, ha compartido una importante noticia: ha superado su adicción al alcohol. Esta revelación se hizo a través de un mensaje inspirador en sus redes sociales, donde utilizó la frase "Eso fue entonces, esto es ahora".

A sus 53 años, Armstrong, originario de Texas, reflexiona sobre una década llena de altibajos. En su mensaje, hace énfasis en cómo el alcohol se había vuelto un obstáculo en su vida, no solo para él, sino también para su familia, amigos y comunidad. "Hoy hace un año que decidí que mi relación con el alcohol había llegado a su fin. Ya no era lo mejor para mí, ni para los que me rodean", publicó.

Durante la época dorada del ciclismo entre 1999 y 2005, Armstrong enfrentó varias pruebas, incluyendo una batalla contra el cáncer en los años 90. Ahora, se adentra en su nueva lucha contra el alcohol y reconoce la importancia de dejarlo atrás. "Todo en la vida se puede ver como un activo o un pasivo. El alcohol se había convertido en un pasivo negativo para mí. Esa decisión de dejarlo ha sido la más significativa de mi vida", comentó.

Reflexionando sobre su viaje, Armstrong mencionó una "voz interior" que lo guió hacia su recuperación. Al recordar su progreso, declaró: "Hace seis meses dije que escuchaba esa voz. Ahora, un año después, me dice: 'Hola Lance, estoy muy orgullosa de ti', lo que ilumina mi día cada vez que la escucho".

Además, quiso hacer una mención especial a su esposa, a quien agradece por su apoyo inquebrantable durante este último año. "Eres mi salvación y te amo inmensamente", expresó con gratitud.

Un detalle interesante es que su antiguo rival, el ex ciclista alemán Jan Ullrich, también ha estado luchando con problemas similares relacionados con el alcohol y las drogas. Ambos han forjado un vínculo cercano en los últimos meses, entrenando juntos y apoyándose mutuamente en su camino hacia la recuperación, mostrando que incluso en las rivalidades más intensas puede surgir una hermosa amistad.

Por último, a través de su experiencia, Armstrong se ha convertido en un mensaje de esperanza, demostrando que siempre hay una segunda oportunidad para cambiar y reescribir la propia historia. ¡Sigue su ejemplo y descubre cómo uno puede transformar su vida para mejor!