Finanzas

Lagarde y Georgieva alertan sobre la posible volatilidad de la inflación en los próximos años

2024-09-20

Christine Lagarde ha retornado este viernes a la sede del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington, sus antiguas oficinas, donde se mostró visiblemente emocionada en su discurso en honor a Michel Camdessus, ante la inminente asamblea del FMI y el Banco Mundial. La presidenta del Banco Central Europeo (BCE) enfatizó la importancia de mantener un objetivo de inflación del 2%, describiéndolo como innegociable en el contexto de un entorno económico incierto y volátil.

En sus declaraciones, Lagarde señaló los desafíos que podrían surgir de una inflación más volátil y comunicó que "la forma en que llevamos a cabo la política monetaria debe adaptarse a estas nuevas realidades". Adicionalmente, hizo eco de su colega Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal de EE.UU., al destacar que las recientes acciones políticas han logrado anclar las expectativas de inflación, proyecciones que apuntan a que esta regresará al 2% en la segunda mitad del próximo año, a pesar de la magnitud del choque inflacionario.

En lo que algunos han llamado una estrategia de "flexibilidad", Lagarde ha subrayado la necesidad de adaptar las respuestas monetarias a la naturaleza dinámica de la economía. "Debemos estar preparados ante el cambio y dispuestos a utilizar la flexibilidad de nuestros marcos cuando sea necesario", declaró, sugiriendo que un enfoque de "estabilidad sin rigidez" será crucial para garantizar la estabilidad futura.

Por su parte, Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, resaltó que la economía global se encuentra en una mejor posición actualmente, lo que sirve como testimonio sobre el control de la inflación. Sin embargo, también advirtió sobre el aumento de riesgos en un contexto geopolítico complejo, donde los desequilibrios económicos pueden desencadenar nuevas presiones inflacionarias.

Georgieva reflexionó sobre el reciente pasado, citando la pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania como factores que han transformado las estructuras económicas y han añadido retos a la evaluación del impacto de la política monetaria. En este mismo sentido, Lagarde concordó en que la economía global enfrenta cada vez más perturbaciones del lado de la oferta.

Ambas líderes discutieron el impacto de la digitalización y la inteligencia artificial en los negocios, sugiriendo que las fintech están mejorando el acceso al crédito, lo cual podría reforzar la transmisión de la política monetaria, aunque también advierten que la concentración del mercado por parte de grandes tecnológicas podría reducir la sensibilidad a los cambios de política.

Con el BCE habiendo reducido su tasa de interés la semana pasada, se anticipa un mayor margen para acciones futuras y la posibilidad de un nuevo recorte en diciembre. Lagarde ha mantenido una línea cautelosa, considerando una pausa en los recortes, pero la influencia de la Reserva Federal sobre las decisiones del BCE es innegable.

El análisis continuo del entorno económico y la flexibilidad en la política monetaria serán cruciales para navegar la complejidad de un mundo que enfrenta transformaciones rápidas y sin precedentes.