La vida actual de Miguel Carcaño, condenado por el asesinato de Marta del Castillo, es un reflejo de una existencia marcada por la tragedia y la controversia. Actualmente, Carcaño cumple una condena de 21 años y tres meses en la cárcel de Herrera de La Mancha, en Manzanares (Ciudad Real), una prisión de alta seguridad donde ha compartido celda con criminales notorios como José Bretón, condenado por el asesinato de sus propios hijos.

Desde su detención, 20 días después de la desaparición de Marta en enero de 2009, Carcaño ha enfrentado un encarcelamiento que no solo es físico, sino también emocional. A pesar de su condena, muchos se preguntan cómo es su vida en el interior de la prisión. Se ha reportado que Carcaño, nacido en 1989 y ahora con 35 años, se ha hecho conocido entre los reclusos, compartiendo tabletas grupales con otros prisioneros, incluidos aquellos que han sido igualmente condenados por crímenes atroces.

Un dato revelador es que Miguel Carcaño no se ha convertido en padre durante su tiempo en prisión. A pesar de haber tenido relaciones con varias parejas dentro del centro, sus intentos de obtener permisos para salir y formar una familia han sido infructuosos, con más de 40 solicitudes denegadas. Las autoridades penitenciarias han dejado claro que, incluso si tuviera un hijo, no se le otorgarían permisos anticipados.

Su rutina diaria se centra principalmente en su trabajo como panadero, por el cual recibe unos 500 euros de pensión "inembargable". Sin embargo, el mundo laboral dentro de la prisión es muy restrictivo y los salarios distan mucho de los estándares que se encuentran fuera. El trabajo más deseado es el de encargado de los cuchillos de la cocina, un puesto que, hasta ahora, Carcaño no ha podido obtener. Este tipo de trabajo implica un gran nivel de confianza dada la naturaleza de su contenido.

Con el tiempo, las opiniones sobre Carcaño han variado. Especialistas que han tratado con él afirman que su personalidad ha cambiado; algunos lo describen como un individuo con un comportamiento casi infantil al inicio de su condena, mientras que otros sostienen que siempre ha sido astuto y consciente de sus actos. El impacto del tiempo en prisión ha hecho que se vuelva más reservado, lo que podría ser un intento de protegerse en un ambiente difícil.

A medida que se acerca la fecha programada para su liberación en mayo de 2030, la familia de Marta del Castillo continúa su lucha por encontrar respuestas sobre su muerte. Antonio del Castillo, el padre de Marta, ha expresado su frustración, diciendo: "Va a salir de la cárcel y yo sigo con asuntos pendientes en los juzgados". La desaparición de Marta sigue siendo un tema candente en la sociedad española, y su familia no se ha rendido en la búsqueda de justicia.

El camino hacia la verdad está lleno de obstáculos, y la historia de Miguel Carcaño es un recordatorio escalofriante de las cicatrices que dejan los crímenes en la sociedad y en las vidas de todos los involucrados. La vida en prisión puede ofrecer una forma de pago por sus crímenes, pero ¿es suficiente para sanar el dolor de las familias afectadas?