(CNN) – Con la reciente reelección de Donald Trump, Ucrania se enfrenta a un futuro incierto en cuanto al apoyo militar y financiero de Estados Unidos, lo cual podría cambiar el equilibrio de poder en la guerra contra Rusia.

Durante su campaña, Trump expresó abiertamente sus dudas sobre el compromiso de EE.UU. con Kyiv, sugiriendo que podría presionar a Ucrania para aceptar un acuerdo de paz poco favorable con Rusia. Esta postura se produce en un momento crítico, pues las fuerzas rusas han intensificado sus esfuerzos en la región del Donbás.

Oleksandr Syrskyi, Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, advirtió que la situación en el frente sigue siendo complicada, indicando que hay partes del país que requieren constantemente nuevos recursos para mantener la defensa.

Al mismo tiempo, funcionarios estadounidenses han revelado que Rusia estaría reforzando sus tropas con soldados de Corea del Norte, con hasta 10,000 efectivos en la región de Kursk listos para entrar en combate.

Desde que Biden asumió el cargo, EE.UU. ha inyectado miles de millones de dólares en ayuda a Ucrania, un esfuerzo que podría desvanecerse si Trump decide reducir ese apoyo. Las relaciones entre Trump y Putin han sido publicitadas como amistosas, lo que ha creado preocupaciones sobre el futuro del compromiso estadounidense con Ucrania. Durante su mandato, Trump había intentado utilizar la ayuda militar a Ucrania como una herramienta de presión política, lo que culminó en su primer juicio político en 2019.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, sigue buscando una relación positiva con el futuro gobierno de EE.UU., manifestando su deseo de mantener una cooperación no solo militar, sino también económica que beneficie a ambas naciones. A pesar de la complejidad de su relación, donde Trump ha sido crítico, Zelensky destacó que existe un interés en un apoyo bipartidista para Ucrania.

El adverso contexto de la guerra se agrava con comentarios de Trump sobre como, si él hubiera estado en el poder, la guerra no habría comenzado. En un debate reciente, se mostró escéptico sobre la victoria de Ucrania frente a Rusia y sugirió que un mal acuerdo sería preferible a la situación actual. Estos comentarios han encendido alarmas en Kyiv, donde los funcionarios temen que una disminución en el apoyo militar de EE.UU. podría permitir a Rusia ampliar su control territorial.

Zelensky ha delineado un 'plan de victoria' y ha dejado claro que, aunque están abiertos a las negociaciones, estas deben hacerse desde una posición de fuerza. Señaló que cualquier debilitamiento del apoyo estadounidense podría tener graves consecuencias para la soberanía territorial de Ucrania. Según Zelensky, un compromiso genuino de Estados Unidos para poner fin rápidamente al conflicto es fundamental para asegurar la victoria de Ucrania.

Antes de las elecciones, aliados de EE.UU. trabajaron para proteger el apoyo a Ucrania de un posible cambio en la política exterior bajo Trump. La OTAN ha estado coordinando con el gobierno de Biden la provisión de armas y entrenamiento a Ucrania, con un paquete de apoyo financiero significativo en vistas.

Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia ha mantenido que la postura anti-Rusia de las élites políticas en EE.UU. no cambiará, independientemente de quién sea el presidente. Según Moscú, las condiciones para cualquier negociación de paz seguirán siendo las mismas.

Con estos factores en juego, el futuro del apoyo estadounidense a Ucrania será un punto crítico en las relaciones internacionales en los próximos meses. ¿Podrá Zelensky asegurar el apoyo suficiente o habrá que adaptarse a una nueva realidad bajo la presidencia de Trump? El tiempo lo dirá.