A raíz de la devastadora DANA en València, aunque aún es temprano para sacar conclusiones definitivas, hay lecciones urgentes que las administraciones públicas deben considerar. Una de las decisiones más acertadas que ya ha tomado el Govern de Marga Prohens es la prohibición de construir viviendas y otras infraestructuras en terrenos propensos a inundaciones. Esta medida es vital, teniendo en cuenta que históricamente se ha ignorado este riesgo, y las consecuencias son evidentes y devastadoras.

Pero no se trata solo de prohibir la construcción en áreas vulnerables. La segunda fase es aún más crucial, ya que implica una revisión exhaustiva y, sin duda, compleja: abordar los peligros ya existentes. Esto significa reformar los cauces de los ríos y torrentes, así como realizar un análisis detallado de cada área de riesgo para invertir los recursos necesarios que realmente minimicen los peligros a futuro.

Además, la comunidad científica advierte que el cambio climático está lejos de ser una cuestión que se pueda ignorar. Con la creciente frecuencia e intensidad de fenómenos climáticos extremos, como inundaciones y sequías, es esencial que tanto el gobierno como los ciudadanos comprendan la importancia de adaptarse a esta nueva realidad. ¡No se trata solo de sobrevivir, sino de prosperar en un mundo que cambia rápidamente! Las autoridades deben tener en cuenta tecnologías innovadoras en el manejo del agua y la planificación urbana sostenible.

Por último, es fundamental involucrar a la población en estas iniciativas. La educación y la concienciación sobre el cambio climático son clave para que todos participen activamente en la creación de un futuro más seguro y resiliente. ¿Estás preparado para cambiar tu perspectiva sobre el clima? ¡El futuro de nuestra ciudad depende de ello!