Un Adiós con Historia

La duquesa de Kent, Katharine Worsley, ha dejado una huella imborrable en la historia de la familia real británica. Originaria de Yorkshire, fue la única hija de una prominente familia y conoció al príncipe Eduardo, primo de Isabel II, en un momento decisivo en su vida. Su boda en 1961 no solo fue un evento romántico, sino un auténtico hito: una ceremonia en Yorkshire, el primer matrimonio real celebrado en esa región en seiscientos años.

Cambios que Rompieron Tradiciones

Katharine no solo rompió barreras al casarse; en 1997 se convirtió al catolicismo, siendo la primera royal en hacerlo desde 1701. En 2002, decidió alejarse de la vida pública, renunciando a su título de Alteza Real, y dedicándose a la música y a la enseñanza. Su fallecimiento a los 92 años marca otro punto de inflexión en la historia de la monarquía.

Detalles de su Funeral Católico

El Palacio de Buckingham ha anunciado que el funeral de la duquesa se llevará a cabo el 16 de septiembre a las 14:00 horas (hora británica) en la catedral católica de Westminster. Será un evento único ya que será el primer funeral católico en esa catedral desde su inauguración en 1903 y el primero durante el reinado de Carlos III.

Un Espacio Significativo

Antes del funeral, el féretro de Katharine se encontrará en la capilla privada del Palacio de Kensington, donde residió junto al duque desde 1997. Este lugar también fue testigo de varios momentos difíciles en su vida, incluyendo pérdidas personales que la llevaron a hablar abiertamente sobre su lucha con la depresión, un tema poco tratado por miembros de la realeza.

La Asistencia Real

El rey Carlos III y la reina Camilla asistirán al funeral, acompañados de otros miembros de la familia real que aún no han sido confirmados. La despedida de la duquesa promete ser un emotivo homenaje a su legado y a su singular historia dentro de la monarquía británica.