El Real Madrid ha decidido ausentarse de la prestigiosa gala del Balón de Oro, y a través de un mensaje informal a la prensa, insinuó que el presidente de la UEFA, Aleksandr Ceferin, estuvo detrás de las sorpresas como la derrota de Vinicius y el galardón otorgado a Rodrigo Hernández. Este desaire no ha pasado desapercibido y ha generado cierta controversia. El club blanco no dudó en renombrar el evento como "Balón de Oro-UEFA", resaltando que, a partir de esta edición, la UEFA se une a la organización del premio junto a la revista France Football, lo que intensifica la discusión sobre la legitimidad de estos galardones.

Una fuente de alto nivel de la UEFA ha declarado a Relevo que el mensaje enviado por el Real Madrid no ha sido bien recibido: "Si dicen algo así, eso lo dice todo de ellos", señaló, dejando entrever la tensión que existe entre ambas partes. Además, comentó que no merecen más comentario por parte de la UEFA.

La rivalidad entre el Real Madrid y la UEFA, específicamente entre Florentino Pérez y Ceferin, ha sido un tema recurrente a lo largo de los años. En una entrevista, el periodista Paco Aguilar reveló que "Ceferin odia cordialmente a Florentino, y seguramente brindó a la salud de Rodri". Esto pone de manifiesto lo personal que se ha vuelto esta enemistad.

Desde que Ceferin asumió la presidencia de la UEFA, las fricciones han sido evidentes. En particular, Pérez insistió en que un político español estuviera presente en la entrega de medallas durante los triunfos consecutivos del Real Madrid en la Champions League de 2016 a 2018. Ceferin se opuso rotundamente y la situación escaló, llegando a un punto tal que Pérez se vio obligado a llamar a Ceferin semanas después para ofrecer disculpas por la acalorada discusión.

Esta situación plantea la pregunta de si el Real Madrid está tratando de desmarcarse de la UEFA para darle más relevancia a su propia narrativa y a sus logros. ¿Es este un intento de reafirmar su identidad como uno de los clubes más grandes del mundo, o simplemente una reacción a las tensiones existentes? La respuesta podría revelar mucho sobre la política interna del fútbol europeo y el futuro de sus competiciones.