El día de la toma de posesión de Donald Trump mantuvo en vilo a la Unión Europea, aunque inicialmente no surgieron grandes amenazas. Hasta el momento, el presidente estadounidense no ha anunciado ningún arancel específico sobre los productos de la UE. Durante su campaña electoral, Trump había vuelto a mencionar su intención de imponer aranceles que podrían oscilar entre el 10 y el 20 por ciento a las importaciones desde Europa.

En las primeras horas de su segundo mandato, Europa no ocupó un lugar destacado, según los debates llevados a cabo en el Parlamento Europeo. Sin embargo, debido a las preocupaciones sobre la política comercial de Trump, la UE se reunió para discutir su enfoque hacia la nueva administración.

Durante el Foro Económico Mundial en Davos, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, abogó por una postura pragmática: "Seremos pragmáticos, pero siempre mantendremos nuestros principios". Actualmente, el foco de interés radica en identificar los puntos en común entre Estados Unidos y la UE, así como en la apertura a futuras negociaciones.

En su discurso inaugural, Trump mencionó su deseo de reducir el déficit comercial con Europa mediante la imposición de aranceles o la exportación de más recursos energéticos, tales como petróleo y gas natural.

La UE y su papel estratégico en comercio energético

El Comisario de Comercio, Maroš Šefčovič, destacó ante el Parlamento Europeo que la UE es ya el mayor importador de gas natural licuado de EE.UU., representando el 50% de sus importaciones de este recurso. Esto refleja la interdependencia estratégica que existe entre ambas regiones y la posibilidad de potenciarla aún más, posiblemente como parte de las futuras negociaciones con la administración Trump.

Bernd Lange, presidente del Comité de Comercio, ha descrito la situación como una "estrategia dual", enfatizando que la UE debe estar dispuesta a negociar cuando sea posible, pero también defenderse si es necesario.

Unidad europea ante desafíos comerciales

El consenso entre los parlamentarios europeos es claro: es esencial evitar una escalada en el conflicto comercial con Trump. Francisco José Millán Mon, del Partido Popular Europeo, advirtió que una guerra comercial no beneficiaría a ninguna de las partes. Él sugiere que la UE debe esforzarse por mantener una relación comercial fuerte con América y actuar de manera unificada en lugar de buscar acuerdos individuales.

La eurodiputada verde Anna Cavazzini se unió a esta visión, sugiriendo que la "Europa unida" debe ser la respuesta al lema de Trump "Make America Great Again". Esto implica adoptar una postura firme contra los abusos de las grandes empresas tecnológicas y utilizar toda la influencia que la UE tiene bajo la recién implementada Ley de Servicios Digitales.

Con la toma de posesión de Trump y su relación cercana con figuras como Elon Musk, el debate sobre cómo asegurar que las grandes tecnológicas cumplan con las normativas europeas ha cobrado fuerza. La Ley de Servicios Digitales incluye sanciones a aquellos que no respeten las regulaciones contra contenidos ilícitos.

Finalizando el debate sobre los desafíos comerciales, Šefčovič expresó su confianza en que entre dos socios tan estrechos como la UE y EE.UU. se puedan resolver las diferencias de manera amistosa y cooperativa, reflejando la importancia de la colaboración transatlántica en un mundo cada vez más interconectado.