No todos los sueños de aquellos que anhelan tener un barco terminan como esperan. Recientemente, conocimos la increíble historia de Chris Willson, un emprendedor audaz que decidió adquirir un antiguo crucero alemán, conocido como ‘Aurora’, y destinar una fortuna en su restauración. Sin embargo, tras años de esfuerzo, sus ambiciones se desmoronaron.

Todo comenzó hace 16 años cuando, navegando por internet, Willson se topó con un anuncio inusual: un transatlántico estaba a la venta en Decker Island, California. Sin pensarlo mucho, este amante del mar decidió dar el salto y compró el barco en 2008, trasladándolo a Rio Vista para iniciar su restauración.

El legado de un crucero histórico

El ‘Aurora’ había sido construido en 1955 por el renombrado astillero Blohm and Voss. Con sus 72 metros de eslora, el crucero era un majestuoso barco de pasajeros que ofrecía 85 camarotes, salones y espacios gastronómicos, además de aparecer en la película de James Bond ‘Desde Rusia con Amor’. Willson decidió nombrar al barco tras pasar su primera noche a bordo, un momento memorable que describió como un amanecer resplandeciente.

Sin embargo, la fantasía de tener su propio barco rápidamente se tornó en una pesadilla. A medida que avanzaban los trabajos de restauración, se vio obligado a mover el barco repetidamente. A pesar de su empeño, el futuro del ‘Aurora’ comenzó a oscurecerse cuando locales y autoridades hicieron presión para que el barco fuera trasladado debido a temores de un posible hundimiento.

La presencia de un viejo dragaminas en la misma área y el reciente hundimiento de un remolcador militar aumentaron las preocupaciones respecto a la contaminación ambiental. Con una orden de desalojo al caer, Willson se enfrentó a un dilema: las estimaciones para trasladar el ‘Aurora’ requerían un desembolso cercano a un millón de dólares, una cantidad abrumadora.

Una difícil decisión

A pesar de recibir donaciones a través de su popular canal de YouTube, Willson se dio cuenta de que vender el barco era su única opción. A pesar de sus esperanzas, el nuevo propietario no pudo continuar con el proyecto y se desconocen los detalles de su inversión. Desgraciadamente, la Delegación del Sheriff del Condado de San Joaquín confirmó que el ‘Aurora’ estaba en problemas: "Se ha determinado que el barco tiene un agujero", declararon las autoridades, añadiendo que se produjo un derrame de combustible diésel, lo que llevó a una intervención de múltiples agencias para manejar el desastre.

La historia del ‘Aurora’ se convierte así en un recordatorio trágico de los riesgos que conlleva perseguir sueños ambiciosos, especialmente cuando se trata de proyectos de restauración de grandes dimensiones. Muchos aficionados a los barcos sueñan con poseer uno, pero este caso demuestra que no siempre se puede navegar hacia el éxito. Con el ‘Aurora’ hundiéndose, es probable que su historia termine aquí, dejando a su soñador con un legado de promesas rota y un mar de desilusiones.