La devastadora DANA que ha azotado la provincia de Valencia desde el pasado martes ha resultado en la trágica muerte de 202 personas, una cifra que sigue aumentando mientras continúan las lluvias incesantes en la comunidad autónoma. Desde la madrugada del viernes, Castellón ha experimentado torrenciales lluvias que complican aún más la situación en zonas que ya habían sufrido inundaciones previas. A su vez, el sur de Valencia ha sido también epicentro de fuertes aguaceros reportados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

El Centro de Coordinación de Emergencias ha estado monitoreando de cerca la situación de la presa de Buseo en el municipio de Chera, que se mantenía bajo alerta debido al riesgo de rotura. Sin embargo, el nivel del agua ha disminuido, lo que ha ofrecido un alivio momentáneo a las autoridades y a la población.

En las calles de Valencia, la desesperación se apodera de los ciudadanos que, por tercer día consecutivo, miran al cielo esperando una mejora. Los afectados claman por ayuda humanitaria: requieren urgentemente alimentos y agua, especialmente los ancianos y niños que son los más vulnerables en esta crisis. Mientras tanto, la solidaridad ciudadana ha colmado los centros de recojo con donaciones de ropa y mantas; no obstante, el desafío ahora radica en la distribución eficaz de estos recursos. Para abordar esto, se han movilizado 500 militares adicionales al contingente de 1,200 que ya participan en las labores de rescate y ayuda. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha criticado la aparente lentitud del Gobierno valenciano en solicitar apoyo, subrayando que el ejército estaba listo y a la espera de instrucciones.

El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha insistido en que existe una coordinación adecuada con la administración central, aunque ha aconsejado a los voluntarios que están fluyendo hacia las zonas de desastre que se retiren para no obstaculizar el trabajo de los equipos de emergencia. En un giro irónico y paradójico, mientras los valencianos en la calle intentan ofrecer apoyo, también están siendo advertidos de que su participación podría poner en riesgo las operaciones de socorro.

La DANA en sí es considerada una de las peores catástrofes naturales en la historia reciente de España, causando no solo pérdida de vidas, sino también daños mayores a las infraestructuras. Se reportan decenas, quizás cientos, de personas desaparecidas, aunque las autoridades no han publicado cifras oficiales al respecto. En el municipio de Paiporta, se han encontrado hasta 62 cadáveres, según su alcaldesa, Maribel Albalat, quien explicó que muchos quedaron atrapados en sus hogares inundados o en comercios bloqueados por inundaciones.

A pesar de que las condiciones climáticas han mejorado ligeramente en algunas regiones, muchos municipios siguen sin electricidad, agua potable y comunicaciones. La situación es alarmante en Chiva, donde los residentes siguen demandando víveres y agua. La alcaldesa de Chiva, Amparo Fort, ha declarado en varias ocasiones que la falta de suministros básicos es crítica, señalando que muchas casas han desaparecido completamente. Por otro lado, se han reportado al menos 64 detenciones por actos de pillaje, lo que añade una capa adicional de complejidad a la ya precaria situación de seguridad pública.

Más de 23,000 personas aún están sin electricidad en la provincia, aunque se ha restablecido el suministro para más de 132,000, lo que representa el 85% de los afectados inicialmente. Se espera que en las siguientes horas se restablezca un mayor nivel de normalidad, pero advierten que este proceso será largo y complicado.

A nivel operativo, la Generalitat Valenciana ha lanzado una campaña para recibir donaciones a través de cuentas bancarias respectivas y plataformas online, donde la solidaridad de los ciudadanos está jugando un rol crucial. La administración también ha reconocido oficialmente la creación de un fondo para ayudar a reparar los daños y a las víctimas.

En términos de infraestructura, aún hay 126 carreteras afectadas en la comunidad, con 39 de ellas cerradas al tráfico. El Ministerio de Transportes ha asignado 24,8 millones de euros para comenzar reparaciones urgentes. Se estima que miles de kilómetros de vías en toda España, incluyendo las esenciales que conectan Valencia con el resto del país, se encuentran gravemente dañadas.

También es notable la movilización de otras regiones para ayudar; desde voluntarios españoles hasta operaciones de rescate internacionales, demuestran una vez más la capacidad de respuesta y unidad del país en momentos de crisis. Este viernes, el Gobierno español ha intensificado esfuerzos de coordinación con el Cecopi, mientras que el presidente Pedro Sánchez se reunirá con el Rey para evaluar la situación y asegurar que se mantenga el apoyo hasta que se restablezca la normalidad.

Sin embargo, el panorama sigue siendo sombrío, y los ciudadanos continúan enfrentándose a días de incertidumbre y dolor. Con la DANA aún activo, la vigilancia meteorológica sigue en pie de alerta, en especial en las áreas más vulnerables que podrían volver a ser golpeadas por fuertes lluvias en el futuro inmediato.