Miguel Zarza

El Barcelona no olvidará fácilmente el primer fin de semana de abril. Aparte de la amarga derrota ante el Real Madrid en el Palau Blaugrana, el club catalán se vio envuelto en un escándalo tras la fuga de su joven promesa, Dame Sarr. El escolta italiano, que cumplirá 19 años en junio, decidió dejar de lado sus responsabilidades con el equipo y embarcarse en un vuelo hacia Estados Unidos para participar en el prestigioso 'Nike Hoop Summit', desafiando así las órdenes del club que le paga su salario.

No hay forma de saber si Sarr habría hecho la diferencia en el clásico, pero su sería deserción ha resonado con fuerza en Barcelona, donde se percibe que ha priorizado su carrera personal por encima de los intereses del equipo. Esta situación ha dejado a los aficionados y directivos del Barcelona preocupados, dado que el joven ya había comenzado a encontrar su lugar en la rotación del entrenador Joan Peñarroya, especialmente en una plantilla afectada por lesiones.

La denegación de su permiso para asistir al evento en Portland se basó en la falta de jugadores disponibles y en la importancia de los próximos partidos. Pero, a pesar de ello, Sarr optó por irse, quizás motivado por las oportunidades que un torneo de este tipo puede abrirle, que podría llevarlo a una beca universitaria en Estados Unidos y, potencialmente, un futuro en la NBA.

Su decisión resulta aún más perjudicial dado que causará baja no solo en el clásico sino también en un partido decisivo de la Euroliga contra la Virtus Bolonia y en otro de la ACB frente al Covirán Granada. Sarr dejó un vacío enorme en su equipo en un momento crítico de la temporada.

Las redes no tardaron en mostrar imágenes del jugador disfrutando de los entrenamientos en Portland, donde no parece estar preocupado por el caos que ha dejado en Barcelona. Esta actitud ha aumentado la ira de los seguidores y de la dirección del club, que, en un comunicado tajante, advirtió que se reserva el derecho de proteger sus intereses de cualquier manera que considere necesaria.

Joan Peñarroya, entrenador culé, reflejó el sentimiento del club al calificar esta fuga como "una decepción grande". “Es impactante que un jugador prefiera competir en un torneo de jóvenes por más prestigio que tenga, en lugar de participar en un Barcelona-Real Madrid, un duelo que significa tanto para los aficionados”, lamentó el técnico.

Así las cosas, Sarr se enfrenta a un futuro incierto. Aunque se espera que regrese a Barcelona tras el evento, su contrato vence en verano, lo que abre la puerta a múltiples escenarios, incluyendo una posible salida del club. En el mundo del baloncesto, los jugadores jóvenes deben sopesar cuidadosamente sus decisiones; ¿puede esta fuga costarle su plaza en el Barça? La historia apenas comienza.