Después de presidir el acto de la Pascua Militar, los Reyes Felipe y Letizia se dirigieron al hogar de Jesús Ortiz, el padre de la reina. Esta cita, que se celebra cada año, incluye a toda la familia, y en esta ocasión sorprendió la presencia de la infanta Sofía y de Paloma Rocasolano, que no había estado presente en años anteriores.

Durante el encuentro, el rey Felipe VI se despidió emocionado de su hija, la princesa Leonor, mencionando que al igual que a él, también se le pasaron los años. Este momento evocó la profunda conexión familiar que tienen, lo que resaltó aún más la importancia de la reunión.

Tras la celebración de la Pascua Militar, los reyes disfrutaron del tradicional roscón de Reyes, una costumbre que han mantenido desde sus años de noviazgo. Aunque han evitado en ocasiones anteriores a la prensa, este año se dejaron captar por las cámaras al llegar a la vivienda de Jesús Ortiz, donde se celebró este entrañable evento.

La primera en llegar fue Telma Ortiz, hermana de Letizia, quien acudió junto a su esposo, Robert Gavin, y su familia. A pesar de intentar pasar desapercibidos con gafas de sol, tuvieron que esperar algunos minutos antes de poder acceder a la casa familiar.

La gran sorpresa de la día fue la llegada de Paloma Rocasolano, la exmujer de Jesús Ortiz. Esta fue la primera vez que se la vio en esta tradicional reunión, lo que generó gran expectativa entre los medios. Se presentó al encuentro en su propio vehículo, lo que llamó la atención de los presentes.

El entretenimiento familiar y la alegría del encuentro se evidenciaron cuando el rey Felipe VI tomó el volante de su automóvil mientras la reina Letizia ocupaba el asiento del copiloto. Ambos se mostraron amables al saludar a la prensa antes de entrar en la casa. La princesa de Asturias y la infanta Sofía también se apreciaron sonrientes en el asiento trasero. Cabe destacar que el año pasado, la infanta Sofía no pudo asistir debido a su apretada agenda escolar, pero este año han hecho una excepción, marcando un regreso a la tradición familiar.

Estos momentos íntimos son un recordatorio de la importancia de la familia para la realeza, que ha sabido mantener la tradición de unirse en torno a la mesa, celebrando juntos las festividades y reforzando los lazos familiares.